El factor humano como protagonista
Es elemental para las organizaciones estar preparadas para enfrentar estos ataques que conllevan costos altísimos en términos económicos y reputación ante la sociedad y sus clientes.
Paradojalmente, la principal amenaza no es tecnológica, sino que humana. Así lo advierte el director de la carrera de ingeniería en computación e informática de la Universidad Andrés Bello, Eduardo Quiroga, quien puntualiza que los sistemas de almacenamiento en la nube son usados por millones de personas. No obstante, enfatiza que existe desconocimiento de cómo operan estas herramientas.
“¿Cuáles son mis derechos y deberes? ¿A quién recurro ante una vulneración de mi información? ¿Dónde se encuentran físicamente mis datos? Estas preguntas son importantes conocerlas por parte de los usuarios. La tecnología es un beneficio para las personas en términos de tiempo y acceso a la información, pero es necesario mayor presencia y cuidado para su resguardo”, destaca el experto.
¿ Cómo pueden defenderse las organizaciones? El académico es categórico al sugerir que debiesen conformar un equipo profesional especializado en seguridad tanto en tecnologías de la información y las comunicaciones como en operaciones de alta confianza. Además, generar un plan que sea real en este ámbito, vale decir, que desde la alta gerencia hasta el último eslabón, se empoderen de estos temas y comprendan que corren serio riesgo en su reputación y viabilidad.
“Cuando esa cultura permea a todos, la organización evoluciona. La educación y la concientización de los usuarios son materias claves para avanzar al futuro con seguridad”, destaca el docente.