Cadena de frío y procesos claves para llegar oportunamente.
Dada la geografía del país y las características propias de los productos del mar, el crecimiento de esta industria depende en gran parte de la adecuada logística para transportar y almacenar las toneladas de productos extraídos para acercarlos a los mercados locales e internacionales.
Según el último Indicador de actividad pesquera extractiva y acuícola publicado por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) en mayo de este año, el desembarque total, acumulado a abril de 2018, alcanzó 1 millón 499 mil toneladas. De estas, los desembarques realizados por el sector pesquero artesanal aportaron un 37%, el subsector industrial aportó un 34% y los centros de cultivo un 29%.
Se trata de una industria que por el volumen y la naturaleza de su producción requiere de una gran coordinación de logística y cadena de frío. “Ellas constituyen un factor de suma relevan-
cia, ya que estamos frente a un producto fresco perecible muy susceptible, debido a las características físicoquímicas propias de los productos del mar, por lo cual deben ser altamente eficientes, de manera que las empresas encargadas de su transporte tienen una ardua tarea 24 x 7”, explica Soledad Rivera, académica de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la Universidad San Sebastián, sede Puerto Montt.
Otro factor a considerar es la geografía del país, que obliga a que se recorran grandes distancias para distribuir los productos pesqueros, ya sea para el consumo dentro del territorio nacional como para su exportación a mercados internacionales.
“Para los productos congelados se usa la vía de transporte marítimo, en contenedores refrigerados, regulados a temperaturas que varían entre -18ºC y -25ºC, lo que permite realizar un viaje de 12 ó 45 días, manteniendo las condiciones originales del producto”, agrega Rivera.
En esta línea, los principales desafíos del operador logístico incluyen contar con personal competente para asegurar la mantención de la cadena de frío, calidad y seguridad alimenta- ria del producto y contar con vías más eficientes para la salida de los mismos. “Mediante el uso de herramientas matemáticas para optimizar el uso de barcos de cosecha, tarea que es compleja debido a las condiciones meteorológicas o el acceso del producto a los mercados, se podría mejorar enviando los embarques directamente desde el Aeropuerto El Tepual, en lugar de tener que recorrer largas distancias con productos en tránsito para llegar a Santiago y luego efectuar el embarque. De esta manera, bajarían los costos de transporte, logística y mantención de cadena de fría y la industria salmonera lograría ser mas competitiva”, ilustra la académica.
Tecnología
En esta línea, la industria salmonera local funciona como ejemplo de despliegue tecnológico, que en tan sólo 30 años logró instaurarse como la tercera actividad económica más relevante a nivel país. Para la académica, una de las claves de este crecimiento se relaciona con la asociatividad que posee este sector.
“En la actualidad, las exportaciones de la industria salmonera representan el 6% del total de las exportaciones chilenas, el 84% de las exportaciones de productos del mar y el 36% de la exportación de alimentos, siendo así uno de los principales motores de crecimiento exportador, lo cual ha permitido mejorar la calidad de vida de los sureños”, agrega Rivera.
En lo que se refiere a la actividad de acuicultura, el informe enero-abril de Sernapesca destaca que se observa un aumento de las cosechas de ostión del norte con un 132% (de 773 a 1794 toneladas), salmón plateado con 25% (de 24 mil a 30 mil toneladas) y el salmón del atlántico con 24% (de 172 mil a 214 mil toneladas), respecto a igual periodo de 2017.
El operador logístico tiene por función maximizar los parámetros de ruta, tiempo de tránsito, seguridad, cadena de frío y costo”. Soledad Rivera, académica de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la Universidad San Sebastián, sede Puerto Montt.