Chile: imperio pirata
A COMPETENCIA desleal ya es un problema globalizado y América Latina constituye uno de los focos de la piratería. Actualmente, la discusión se enciende al abordar este tema y la contingencia va de la mano con el análisis. Así lo notamos recientemente cuando se produjo la detención y formalización del chileno que ejercía como administrador del sitio Cuevana, y que fue formalizado por los delitos de infracción a la ley de propiedad intelectual e informáticos.
Cuevana es una de las tantas páginas de descarga que sigue en la mira de las autoridades mundiales. Cada día los países alcanzan mayores índices de piratería, algunos superan el 80 o 90%, y Chile aún se ubica en la lista roja de los países que lideran los rankings mundiales a causa de este delito. La industria tecnológica calcula que al año pierde unos US$ 59 mil millones por concepto de piratería de software en el mundo, y se- gún sondeos internacionales, el 62% del software existente en nuestro país es ilegal.
Sin embargo, hay países como Estados Unidos que ya tomaron las medidas necesarias. En enero pasado, el Presidente Barack Obama no pasó por alto el tema en su discurso State of the Union, y hace unos meses tomó curso la Ley Unfair Competition Act (UCA), que apunta a proteger los activos de propiedad intelectual en dicha nación. Esta legislación fue creada para apoyar a las empresas en el desarrollo de la competitividad y su éxito en el mercado, resguardando a los productores que trabajan garantizando que todas sus implementaciones de software tengan licencias legítimas.
Técnicamente, la ley UCA, al referirse a cualquier fabricante, adopta un amplio criterio en los resultados de cualquier suceso que involucre competencia desleal. En ese sentido, comprende que el productor puede tener origen o ubicación en cualquier parte del mundo, incluso puede afectar a las empresas chilenas que quebran-