Mineduc quita reconocimiento oficial a 37 colegios particulares subvencionados
En el 90% de los casos los recintos cerraron sus puertas. En tanto hubo otras 2.200 multas por incumplimientos a la ley. Dentro de las razones para la revocación de los colegios están la adulteración de la asistencia y problemas de infraestructura.
R Un total de 280 fiscalizadores, 11.500 colegios municipales y particulares subvencionados y tres controles anuales promedio para cada uno de ellos. Una fórmula matemática que durante 2011 arrojó uno de los controles más drásticos en materia: 37 establecimientos quedaron para el proceso 2012 sin reconocimiento oficial del Mineduc y 2.200 fueron multados por incumplimientos graves.
Así lo señaló el ministro de Educación, Harald Beyer, quien dijo que desde el año pasado se intensificaron las fiscalizaciones a los establecimientos educacionales, lo que permitió acrecentar la cifra de recintos que dejarán de recibir la subvención del Estado y que, además, no tendrán la facultad de certificar los estudios de sus alumnos. “Si el establecimiento decide seguir funcionando tiene que cobrarle a los padres las matrículas (...) y los alumnos tienen que
R dar exámenes libres, pero dado que han perdido el reconocimiento oficial, estamos conscientes de que en la práctica dejan de funcionar”, dijo Beyer.
En total, cerca de un 90% de los recintos afectados ya cerró sus puertas.
Para 2008, la fiscalización arrojó que sólo un establecimiento debía quedar sin reconocimiento. En 2009, el número creció a cuatro y para 2010 no hubo casos. . Sin embargo, el trabajo realizado el año pasado arrojó que 37 colegios particulares subvencionados ya no podían seguir contando con el dinero que entrega el Estado.
La RM fue la que recibió mayor número de revocaciones, con 19 en total. Le siguen la Región de O’HIggins, de Los Lagos y de Los Ríos, con cuatro. En total, 4.500 alumnos resultaron afectados, sin embargo, el Mineduc ya reubicó a un 95% de ellos.
Según el jefe de Subvenciones del Mineduc, Manuel Ca- sanueva, la fiscalización se realiza con mayor intensidad en “colegios donde haya más riesgos o posibilidades de mayor incumplimiento”.
Dentro de las faltas está el no pago de las cotizaciones previsionales a sus profesores o la adulteración de la asistencia. Sin embargo, según Beyer, no se mide la calidad.
“En el futuro, con el funcionamiento de la nueva institucionalidad (Superintendencia de Educación), si un establecimiento queda en la categoría inferior de la calificación y no cumple con los estándares de aprendizaje definidos por el ministerio y aprobados por el Consejo Nacional de Educación, ese establecimiento también va a perder el reconocimiento oficial”, dijo Beyer.
Tanto para l os col egi os particulares de Chile (Conacep) como para la Federac i ó n de I ns t i t uci o nes de Educación Particular (Fide), la fiscalización es una buena noticia, ya que permite que exista una mayor credibilidad en relación con la calidad de la educación particular subvencionada.
La normativa fija los metros cuadrados que debe tener una sala o la ilumniación, entre otros.
Para poder funcionar, los colegios deben recibir el visto bueno de los municipios. No contar con las condiciones mínimas para la higiene de los estudiantes, también es una causal de revocación.