BC advierte mayor riesgo inflacionario y anticipa posible alza de tasas durante 2012
El presidente del instituto emisor reconoció, al exponer el Ipom, que la demanda interna creció sobre lo previsto en informe de diciembre. la proyección de inflación para 2012, de 2,7% a 3,5% a diciembre, y la de crecimiento de un rango, de 3,75%-4,75% a
R Tal como lo proyectaba el mercado, el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo que entregó el Banco Central reflejó el cambio de escenario desde diciembre tanto a nivel externo -dado que se redujo el riesgo de empeoramiento-, como interno.
Respecto del escenario global destacó la recuperación parcial de la confianza de los mercados financieros, expresada en menores primas por riesgo y mayores precios de materias primas; los indicadores más favorables de Estados Unidos, que c o mpen s a n e n p a r t e las perspectivas más sombrías para la eurozona. Y que el crecimiento de los socios comerciales de Chile no cambia para 2012 y 2013.
Por ello, elevó sus proyecciones de crecimiento de 3,75%-4,75% en diciembre, a 4-5%; las de inflación, de 2,7% a 3,5% para diciembre. Reconoció un mayor dinamismo de la demanda interna y elevó su estimación de 4,8% a 5,3%, situando al consumo en 4,8% y la inversión en 8,9%. Mientras, el precio
R Subió del cobre estará en US$ 3,7 y el petróleo en US$ 107 (ver infografía página 29).
El énfasis del análisis se centró en los mayores riesgos inflacionarios y la trayectoria que tomará la Tasa de Política Monetaria (TPM).
El presidente del ente rector, Rodrigo Vergara, reconoció en su presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado que “la actividad y la demanda interna han crecido por sobre lo previsto a fines de 2011. Lo mismo ha sucedido con el consumo, apoyado por el vigor del mercado laboral, la tasa de desempleo se ubica cerca de sus mínimos de los últimos años, lo que se refleja también en la evolución de los salarios”. Añadió que la inflación anual del IPC se ubica por sobre el rango de tolerancia y sus medidas subyacentes están en torno a 3%, pero con un ritmo más rápido que el del último trimestre de 2011. Vergara aseguró que estas mayores presiones inflacionarias responden a factores puntuales: “Alza del precio del petróleo y un efecto significativo en frutas y verduras, producto de la sequía”. Para 2012, estimó que la inflación anual del IPC oscilará en torno a 4% hasta entrado el segundo semestre, para después converger a 3,5% y permanecer en torno a 3% hasta fines del horizonte de proyección (primer trimestre de 2014).
¿Sobrecalentamiento?
Pese a que reconoció una mayor expansión de la demanda interna, Vergara dijo que la economía no está sobrecalentada: “Tenemos la estimación de que la brecha de capacidad está cerrada o en torno a estarlo, y eso ha significado mayores presiones inflacionarias, pero de ahí a decir que está sobreca-
R lentada, hay un trecho importante”, aseguró.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, concordó con él: “La desaceleración es más suave de lo previsto, pero no estamos en fase de sobrecalentamiento”.
Política monetaria
Sobre la evolución que tendrá la TPM, Vergara indicó que “se usa como supuesto de trabajo que seguirá una trayectoria comparable con la que se deduce de los precios de los activos financieros vigentes al cierre estadístico de este Ipom”. Estos precios de activos financieros -instrumentos derivadosdan cuenta, actualmente, de que el mercado espera dos alzas de tasa de aquí a fin de año, situándola en 5,5%.
Enfatizó en que “continuaremos haciendo un seguimiento del entorno económico. Esto requiere adaptar continuamente nuestra visión de la economía y manejar con flexibilidad la política monetaria, pero con el cuidado de no sobrerreaccionar ante datos puntuales que pueden afectar las expectativas de consumidores, empresarios o inversionistas”. El BC proyecta un déficit en la cuenta corriente de 3,4%, producto de una balanza comercial más deficitaria, debido a un precio del cobre más bajo que en 2011. Proyecta que el tipo de cambio real se mantendrá en los niveles actuales . El escenario base considera que el déficit estructural convergerá hasta alcanzar el 1% del PIB, hacia fines del gobierno.