La pelota contra el piso
Si de algo disfrutan en Universidad de Chile es del éxito deportivo e institucion a l q u e a c o mpa ñ a h a c e rato al cuadro azul. En este contexto, la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores fue el reciente logro que festejaron, instancia que, sin embargo, estuvo acompañada por un episodio interno que moviliza y complica a Azul Azul.
Y es que mientras el equipo, sus hinchas y la directiva universitaria festejaban y felicitaban al plantel, t r a s v e nc e r a Godoy Cruz en Mendoza, la plana mayor también tuvo tiempo para reunirse y conversar internamente en Santiago y en las instalaciones d e l e s t a d i o me n d o c i n o , “Malvinas Argentinas”, sobre un tema prioritario y más que importante, pensando en un puesto trascendental para el club.
Y es que Sabino Aguad, gerente deportivo laico, comunicó recientemente su idea de renunciar, instancia que se habría desencadenado debido a la suma de diversas diferencias, las que apuntan a la independencia de sus funciones. De hecho, Aguad acompañó al e q ui po e n Mendoza, de - sempeñando sus funciones habituales y optó, dicen en la concesionaria, por mantenerse en éstas a la espera de tomar una decisión final, la que será conversada entre todos, tratando de superar los inconvenientes.
En este sentido, la concesionaria hoy arriesga perder a uno de sus hombres que ha sido clave en la exitosa política deportiva del club, pues, desde su arribo (4 de agosto de 2009), Aguad ha sido partícipe en la traída de jugadores que han descollado en los últimos títulos del equipo.
Sin ir más lejos, eso pasó con el arribo a la “U” de
RR Eduardo Vargas, quien fue “peleado” por el gerente deportivo a fin de sumarlo a Universidad de Chile.
De hecho, y luego de un par de temporadas, Vargas fue vendido al Napoli en la transferencia más cara por un jugador desde Chile a El gol de Angelo Henríquez, ante Godoy Cruz, le dio la clasificación a la “U” y además confirma la apuesta de Jorge Sampaoli. El DT solicitó a la dirigencia un “9” t r as la abrupta salida de Gustavo Canales a China, pero su petición no fue cumplida por la dirigencia. En ese escenario, el joven de 17 años se ha ganado un lugar a punta de goles: suma dos en el Torneo (en cinco duelos) y en la Copa otro par, en cuatro juegos.
Sin embargo, no se enceguece por su óptimo rendimiento. “Trato de no preocuparme de eso y estar concentrado en jugar bien y entrenar. No me nublo con un club extranjero, logro que anticipa para la “U”, además, un próximo balance que será histórico.
El posible alejamiento o no de Aguad anuncia reuniones que podrían oficializar un adiós más que impensado. el momento que vivo”, dijo el atacante, quien motivó al Manchester United a firmar un acuerdo con la “U” por US$4,5 millones y que puede hacer efectivo desde 2014, si es que se consolida en el cuadro estudiantil.
Igual, la “U” sigue pensando en el “9”. El máximo accionista, Carlos Heller, había anticipado que podrían contratar uno para afrontar la Copa y en el oficialismo no lo niegan. Eso sí, José Yuraszeck, que asumirá la presidencia el miércoles, fue cauto: “Seguramente tendremos que ref o r z a r a l e q ui p o p a r a e l segundo semestre, pero eso no está en agenda por ahora”, explicó.
Por L fútbol es opinable y democrático. Federico Valdés concluye su período como presidente de Azul Azul. Lo hace en un momento dulce, con el bicampeonato de la temporada 2011 y la obtención de la Copa Sudamericana. La clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores es la guinda de la torta.
Valdés y quienes lo acompañaron en su gestión caminaron por la fórmula ensayo-error, pero tuvieron la capacidad de aprender y dar vuelta la página. El fichaje de José Basualdo y ese lamentable segundo semestre de 2009 fue lo más bajo, aunque incluso en ese período el club mantuvo su protagonismo internacional. Los octavos de final de Sergio Markarian y la semifinal de Gerardo Pelusso en la Libertadores también resaltan. El actual seleccionador peruano tuvo otro hito con el título del Apertura 2009.
En la hora del balance, Valdés argumenta que no existe punto de comparación entre la “U” que ellos recibieron y la actual, afirmando que la campaña del año anterior es la más brillante en la historia del fútbol chileno. Más de alguna vez, incluso, ha planteado que sobre eso no hay duda. Y en este último punto no tiene razón. Guste o no, el fútbol chileno no registra un proceso más exitoso que el de Colo Colo 91. El equipo de Mirko Jozic levantó la Copa Libertadores, el mayor trofeo de nuestro continente, superando a Nacional, Boca Juniors y Olimpia, campeón defensor. El Boca de Oscar Tabárez lucía la explosión de Gabriel Batistuta, el mejor nivel de Diego Latorre, el oficio goleador de Alfredo Graciani, la jerarquía en el fondo de Juan Simón y el que a la sazón era quizás uno de los mejores arqueros del mundo: Carlos Navarro Montoya.
La obtención de la Sudamericana no se puede comparar con la Libertadores. Es como confrontar la Europa League, o las extintas Recopa o Copa UEFA, con la Champions.
Ese proceso albo fue enorme, porque se logró el tricampeonato en el formato de torneos largos, que premia la regularidad. Un camino que partió en 1986 con el título conseguido por Arturo Salah, que instaló al “Cacique” en la Libertadores de manera ininterrumpida entre 1987 y 1992. En el plano institucional, la habilitación del Monumental marca la historia de Colo Colo. Desde su casa creció hasta tocar la Copa que los del Atlántico nos privaban con buenas y malas armas.
En el caso de la propia “U”, es injusto no recordar el ciclo 94-95, con un bicampeonato después de un cuarto de siglo de sequía, que concluye con el primer semestre de 1996. A ese cuadro en el que brillaban Marcelo Salas, Sergio Vargas y Leonardo Rodríguez, por mencionar tres referentes, lo asaltaron a mano armada en la cancha de River, donde el impresentable y dudoso juez ecuatoriano Alfredo Rodas se hizo el gil al no sancionar un penal a Esteban Valencia.
Federico Valdés está en su derecho de pensar y decir que Universidad de Chile 2011 es el equipo más importante de nuestra historia futbolera. Dirigió este proceso y, además, es hincha. El punto es que el periodismo debe poner la pelota contra el piso.
Ahora, si este cuadro de Jorge Sampaoli levanta la Libertadores, consiguiendo el doblete internacional, será sin discusión el mejor equipo chileno de todos los tiempos. Ojalá.