Mirada integral de campamentos
L PRESIDENTE Sebastián Piñera se ha propuesto como desafío central avanzar decididamente en la construcción de un Chile más justo. Para lograrlo, se realizan esfuerzos sustantivos en distintas dimensiones, como el Ingreso Etico Familiar, Ministerio de Desarrollo Social, listas de esperas Auge y reforma educacional, entre otras. Pero existen pocas prioridades más urgentes que superar la pobreza extrema arraigada hace décadas en los campamentos de nuestro país. La carencia de un techo sólido bajo el cual vivir es un síntoma de una realidad social más compleja y el mejor de los escenarios es cuando una familia de campamentos no sale de ellos a través de un subsidio de vivienda, sino que porque logró encontrar un trabajo digno.
Inspirado en este desafío, se ha desarrollado el Plan Integral para Campamentos 2012-2013. Son siete ministerios más diversas instituciones de la sociedad civil, entre ellas la Corpo- ración de Dirigentes También Somos Chilenos, universidades y un Techo para Chile, que se unen para trabajar coordinadamente con estas familias.
Como para toda estrategia de largo aliento, es importante contar con un buen diagnóstico. Es por esto que durante 2011 se implementó el Mapa Social de Campamentos en conjunto con la Universidad Alberto Hurtado. Gracias a éste, y en alianza con la Subsecretaría de Evaluación Social del MDS, se elaboró una caracterización social y territorial de las 27.378 familias que viven en los 657 campamentos en todo el país, los que tienen en promedio 21 años de antigüedad. Esto nos muestra que los últimos años no sólo aumentó la pobreza -medida por la Casen- desde un 13,7% a un 15,1%, sino que simultáneamente se experimentó un aumento de un 40% en el número de familias en campamentos. La causa es evidente: a partir de 2005 se cerró el programa Chile Barrio y la política habitacional dejó de priorizar a los campamentos.
Este catastro de carácter censal per- mite profundizar en las urgencias sociales que enfrentan las familias que viven en campamentos. Entre los datos más elocuentes se identifica a 32.541 menores de 18 años y 3.500 menores de seis años. Asimismo, según los datos disponibles, un 34% de estos niños se ve obligado a compartir la intimidad de su cama, y una de cada tres mujeres reporta haber sufrido violencia intrafamiliar.
Para hacer frente a esta realidad, el Plan Integral cuenta con líneas de trabajo en las áreas de educación, salud, trabajo y justicia, además de formalizar la creación de la Secretaría Ejecutiva para Campamentos de Minvu. Igualmente, en el ámbito de vivienda, en 2011 dimos un paso importante, al duplicar la entrega de soluciones para estas familias respecto de los cinco años anteriores, y para revertir su aumento. En 2012 se espera duplicar lo logrado en 2011.
A través de los esfuerzos de este Plan Integral y de la colaboración con dirigentes y organizaciones de la sociedad civil, buscamos dar un sentido de urgencia a las miles de familias de campamentos que llevan décadas esperando, y trabajar en conjunto para que al 2018 logremos el sueño transversal de un Chile sin campamentos.