Ciudad de México se transforma en ejemplo mundial en reducción de la contaminación
La urbe desarrolló iniciativas que redujeron los niveles de ozono y plomo. Entre las medidas están los jardines en muros de edificios y el uso de vías sólo para bicicletas.
R En febrero de 1987, Ciudad de México despertó con la noticia de la muerte masiva de aves a causa de la contaminación. La situación era tan crítica que la visibilidad no sobrepasaba los 20 metros y sus habitantes se enfermaban por este motivo. Más de dos décadas después
R la metrópoli se ha transformado en un ejemplo a nivel mundial en la implementación de medidas para reducir los niveles de polución. Así, el diario The New York Times, la calificó como “un nuevo mundo desafiante”, que pasó a ocupar un puesto de liderazgo debido a las mejoras que se han producido a nivel medioambien- tal. “El cambio ha sido sustantivo, México está muy avanzado no sólo a nivel latinoamericano, sino que en todo el mundo. Cuando viajo a China, todo lo que quieren escuchar es la receta mexicana”, dijo al rotativo Luisa Molina, investigadora del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Las razones de esta trans- formación se originan en una serie de medidas implementadas por el gobierno desde 1989, las cuales van desde el control de industrias contaminantes, la inspección a automóviles para reducir la emisión de gases, la incorporación de vehículos con uso de gas natural y mejoras en el transporte público, que incluyen un aumento en las líneas del metro.
Según un informe de calidad del aire en Ciudad de México en 2010, emitido por la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, los resultados de tales medidas se han visto traducidos en la disminución neta de la concentración de cada uno de los contaminantes del aire, que van desde el 39% para el ozono hasta el 98% para el plomo, en comparación con 1989. Incluso, mientras en 1991 sólo se registraron dos días con “buena calidad del aire”, en 2011 esa cifra ascendió a 230.
En los últimos años la ciudad ha sido testigo de innovadores proyectos. Uno de ellos es la implementación de jardines verticales en los muros de edificios, cuyo fin es crear más áreas verdes. Ellos fueron desarrollados por el arquitecto Fernando Ortiz. La Valenciana, en la zona de Iztapalapa, fue el primer barrio que contó con 700 metros cuadrados de estos jardines. Actualmente ya hay más de 300.
“Muévete en bici”, es el nombre del proyecto que se introdujo hace cinco años y que consiste en restringir la circulación de vehículos en un tramo de 24 kilómetros del Paseo de la Reforma, una de las principales avenidas capitalinas. De esa manera, ciclistas, transeúntes o corredores se mueven sin tráfico. Según el diario The Washington Post, cerca de 80 mil ciclistas salen cada domingo a pasear. Esto ha ido acompañado con un sistema de arriendo de bicicletas que cuesta US$ 25 anual.
La metrópoli cuenta también con mercados de trueque de residuos sólidos por alimentos agrícolas de producción local, lo que, además de fomentar el reciclaje y la gestión de residuos, permite a los productores locales p r o move r sus mercancías.
Ciudad de México, cada habitante tiene 4,7 metros cuadrados de área verde, siendo que el mínimo de la ONU es de 14. En la capital hay más espacio en los muros que en el piso. No hay espacios disponibles para parques, es por eso que nació la idea de ser verticales.
vendemos el proyecto a quien esté interesado, no tenemos financiamiento gubernamental o de ONG, lo que da independencia. Los proyectos generan utilidad que se usa en investigación.
De hecho, estamos a punto de abrir una sucursal de Verde Vertical en Estados Unidos y otra en España. A nivel nacional, la iniciativa también ha sido adoptada exitosamente en 10 estados mexicanos.