Saieh plantea que fortalecer la educación requiere de reformas pro crecimiento
El presidente de Corpgroup participó en seminario de Chile 21. además que se debe hacer eficiente el gasto fiscal.
R A días de que el gobierno envíe al Congreso un proyecto para reformar el sistema tributario, el empresario Alvaro Saieh fijó su postura en un seminario organizado por la Fundación Chile 21.
Si bien reconoció que no se opone a una modificación que conlleve una utilización eficiente y efectiva de los recursos, enfatizó que para fortalecer la educación la prioridad debe centrarse en elevar el crecimiento del país y me-
R Señaló jorar la administración de lo que ya se recauda.
“Lo que hemos tenido en los últimos 10 años no ha solucionado los problemas, por lo tanto, tenemos una carga grande de escepticismo... Hemos estado permanentemente subiendo el gasto, e incluso se han subido impuestos y los resultados no están”, afirmó Saieh. En esa línea, añadió que no basta con conocer el para qué, sino también el cómo se utilizarán los recursos.
Saieh destacó que el mode- lo económico implementado por Chile durante las últimas tres décadas ha posicionado al país en el sitial más alto de Latinoamérica. De hecho, aseguró que si el ritmo de crecimiento se hubiera mantenido similar al promedio del resto de la región, “seríamos un 40% más pobres”. Si ese hubiese sido el escenario, puntualizó, Chile tendría hoy condiciones similares a las de países como Perú y Colombia, que presentan una situación inferior en distintos indicadores sociales y económicos ( ver infografía).
En ese contexto, el empresario aseguró que el país se encuentra hoy en una encrucijada. Un camino es el de elevar los impuestos y aumentar la participación del Estado, sin enfrentar la pérdida de crecimiento y productividad. La otra vía, en cambio, consiste en solucionar estos dos últimos factores, impulsando una reforma laboral, solucionando el problema energético, llevando al Fisco a mayor austeridad y a un gasto eficiente y focalizado. Si adoptando esta última alternativa, precisó, se lograra aumentar el crecimiento anual en 1% en un período de 10 años y sin reforma tributaria de por medio, dotaría al Fisco de US$ 40.000 millones de dólares adicionales. Por el contrario, si se siguen postergando las reformas estructurales y producto de ello la expansión de la economía llega a decaer en un 0,5% por año, a pesar de la reforma tributaria se tendría un impacto tributario neto negativo en la próxima década.
Saieh atribuyó el actual des- contento social manifestado en las protestas estudiantiles o de Aysén a un problema netamente relacionado con la demanda por mayores recursos. En este sentido, el empresario reparó en que el aumento que ha tenido el gasto fiscal durante los últimos años no ha significado una solución de los problemas. Dijo que mientras en 2009 éste representaba el 19% del PIB, actualmente se encuentra entre 23% y 24%, lo que equivale a un aumento de más de US$ 10 mil millones. “¿Dónde están esos recursos? ¿Dónde se están gastando?”, manifestó.
Por eso, sostuvo que no rechaza una reforma tributaria si ésta es parte de un “paquete” que aborde primero los cambios estructurales que necesita la economía chilena, pero no si es que se plantea como un sustituto de ellos. “Se puede hacer un esfuerzo adicional siempre y cuando la contraparte sea un aumento de productividad, especialmente en educación”, dijo, asegurando que esta última es clave para terminar con la desigualdad.
Advirtió que tasas altas de impuestos a las empresas en países de la Ocde recaudan menos que en Chile (ver gráfico) porque estimulan exenciones a sectores y tipos de empresas.