Unidos por la política, separados por el fútbol
Carlos Tapia reconoce que hoy será una jornada especial. Quizá una de las más i mpor t a n t e s en much o tiempo. Es el día en que se sentará, por primera vez, en las tribunas del Monumental como presidente de Colo Colo, para presenciar el partido de su escuadra.
Pero no será cualquier partido. Su debut será nada menos que en un clásico ante Universidad Católica, escuadra con la que espera dejar atrás los sufrimientos deportivos que ha vivido en las últimas semanas.
Sin embargo, su atención no solo se centrará en lo que ocurra en el terreno de juego, sino también fuera de ella, pues se reencontrará, por primera vez en mucho tiempo, con el presidente de Cruzados, Jaime Estévez.
Ambos comparten militancia en el Partido Socialista y aunque estaban en facciones distintas, el mandamás albo pertenece al “escalonismo” (por Camilo Escalona) y el de la UC, a los “renovados”, tenían una relación cordial, en especial por la condición de presidente del Tribunal Supremo que tuvo Tapia y que lo obligaba a vincularse con todas las vertientes partidarias.
Hoy el vínculo entre ambos es casi inexistente, debido a una serie de situaciones en que sus puntos de vistas chocaron, la mayoría de las veces, a causa del fútbol.
Por ejemplo, a Estévez se le cuestionó la activa participación que tuvo en la determinación de formar una lista opositora a Ha r o l d Mayne-nicholls de la ANFP, hecho que posteriormente derivó en la salida de Marcelo Bielsa. “Esa situación molestó a Tapia, pero aun así mantenían un trato de cordialidad”, relata un testigo.
Pero la mayor molestia del timonel se desató cuando en Cruzados optaron por prohibir el ingreso de hinchas albos a San Carlos de Apoquindo, para el último clásico entre ambas escuadras.
“Desde ahí no se hablan, pues Tapia considera que fue un acto de injusticia extrema, de clasismo, no acorde con los principios del partido. Incluso lo llamó para enfrentarlo y criticarlo”, agre-
RR ga la fuente. Precisamente, por ese hecho se espera que en los próximos días Estévez sea amonestado por su partido, por considerar su actuación como “impropia”.
“No existe relación entre ambos, pero tendrán que ceder en sus posturas, pues desde ahora se toparán con mayor frecuencia”, acota otro cercano.
Lo cierto es que la visión de la máxima autoridad alba no es casual en su colectividad, donde no son pocos los que han criticado el “giro” realizado por Estévez en los últimos años, principalmente por su ligazón a diversos grupos económicos. De hecho, una de las determinaciones que se le cuestiona es que, siendo presidente del Bancoestado, le haya otorgado un préstamo de 130
RR millones de dólares al grupo Luksic y luego haya terminado en el directorio del Banco de Chile.
“Conozco a Tapia y existe una relación cordial, pero no quiero mezclar nada con el deporte”, dice Estévez, quien hoy volverá a reencontrarse con un viejo conocido, pero esta vez en un escenario que jamás pensaron compartir. años es el período en que Carlos Tapia ejercerá como presidente de Blanco y Negro, si así lo estima el directorio.