Desacuerdos por Cuba y Malvinas impiden declaración final en cumbre

Señaló que se acordó pedirle a la OEA buscar alternativas a la lucha contra las drogas. El mandatario de EE.UU. dijo que Cuba tendrá “los brazos abiertos” cuando inicie una transición.

R Santos La falta de acuerdo entre América Latina y Estados Unidos sobre la política hacia Cuba, así como en relación con el apoyo a Argentina por su reclamo sobre las Malvinas, impidió consensuar una declaración final de los líderes en la Cumbre de las Américas.

“Que no se llegue en todo a acuerdos es más que normal, quién iba a pensar que se iba a llegar aquí a un acuerdo sobre Malvinas o Cuba. Todos sabíamos que no iba a haber acuerdos, de antemano”, señaló el Presidente colombia- no, Juan Manuel Santos, quien indicó que, no obstante, la cumbre fue útil porque por primera vez los jefes de Estado y de gobierno presentes hablaron de todos los temas, sin tabúes. “El tema de las drogas nadie lo ponía sobre la mesa. El tema de Cuba y el de las Malvinas no eran discutidos, esta vez fueron discutidos”, sostuvo.

Según un análisis de la agencia británica Reuters, la cumbre demostró que Washington sigue perdiendo influencia en la r e g i ó n. En e s t e sentido, ese medio señala que, por primera vez, Latinoamé-

R rica se opuso con una voz única a la exclusión de Cuba del foro hemisférico de la Organización de Estados Americanos (OEA), que expulsó a la isla de sus filas en 1962. Así, los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), encabezados por Venezuela, amenazaron con no participar en la cumbre de 2015, en Panamá, si es que Cuba está ausente.

Además, en los dos días de reuniones, el mandatario estadounidense, Barack Obama, escuchó reclamos que pedían un mayor rol de Washington en la lucha contra las drogas, así como críticas de Brasil a sus políticas de estímulo económico. Para empeorar las cosas, tuvo que lidiar con un escándalo de prost i t uc i ó n q ue i nvol uc r ó a miembros de su equipo de seguridad.

Sin embargo, Obama pidió que Cuba inicie una transición democrática. “Es mi esperanza que Cuba vea lo que ha pasado en países como Colombia, Brasil y Chile. Cuando eso pase, va a tener los brazos abiertos en Estados Unidos”, señaló.

Por su parte, la Presidenta argentina, Cristina Fernán- dez, regresó antes de la reunión final a Buenos Aires. Según algunos medios argentinos, la mandataria se fue molesta por el hecho de que no se plasmara un apoyo continental al reclamo de su país por Malvinas. Santos reconoció que recibió una queja de Fernández por no haber hecho alusión a las islas en el discurso con que inauguró la cumbre, pero que ella se fue antes por otros “problemas” que le había notificado.

En cuanto al debate sobre el cambio de estrategia hacia las drogas, Santos informó que se le entregó un mandato a la OEA para que busque alternativas a la actual política de lucha antidroga. “Tenemos que comenzar a buscar la realidad sobre los hechos, y después ver qué políticas y qué alternativas, si es que existen, podemos adoptar a futuro”, afirmó. De acuerdo con el mandatario, pese a que en Cartagena no se debatió sobre la legalización de las drogas, a partir del estudio de la OEA “todas las opciones están abiertas”. Según Santos, la OEA deberá elaborar estudios para verificar “si hay alternativas que sean más eficaces y menos costosas” a esta lucha. En menos de un mes, el próximo 15 de mayo, entrará en vigencia el Tratado de Libre Comercio firmado por Estados Unidos y Colombia. Más del 80% de los productos exportados de ambos países estarán libres de aranceles, por lo que podrán ser vendidos a menores precios. Barack Obama catalogó el acuerdo como una “victoria” para ambas naciones. “No dijo una sola palabra sobre las islas Malvinas ni exigió el respeto de los derechos soberanos de la hermana nación argentina”, señaló Fidel Castro sobre José Miguel Insulza, secretario general de la OEA. Las declaraciones fueron parte de la tercera de sus “reflexiones” dedicadas a la cumbre. Castro también dijo que encontró “pensativo” y “ausente” al Presidente de EE.UU., Barack Obama, y elogió las capacidades de la mandataria brasileña, Dilma Rousseff.