Alza en el precio de los alimentos
A FUERTE alza que a nivel internacional ha experimentado el precio de los alimentos es un factor que mantiene en alerta tanto a los gobiernos como a los bancos centrales. Hay varios aspectos que inciden en el origen del problema, entre los que se cuentan cierto nivel de escasez –provocado por factores climáticos y la creciente demanda desde los países emergentes- como también el mayor costo de la energía, que se explica principalmente por el incremento del precio del petróleo.
La economía chilena ha reflejado de lleno esta situación, y de acuerdo con datos proporcionados por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los precios de los alimentos han subido casi 10% en los últimos 12 meses, muy por encima de lo que se observa en el promedio de América Latina.
Cabe recordar, sin embargo, que el país no cuenta con un agro subsidiado y presenta bajos arance- les, lo que podría explicar por qué los precios han subido más que en el resto de la región.
Algunas voces han planteado la necesidad de que el gobierno reaccione ante esta situación, entregando bonos especiales a los sectores más desvalidos o aplicando subsidios para bajar los precios internos. Un cambio hacia esa línea constituiría un error y sería fuente de ineficiencias y mayores costos sociales. No puede perderse de vista que el mayor precio de los alimentos constituye una situación transitoria, y lo que corresponde es mantener el esquema de bajos aranceles y apertura hacia el mundo, ya que ello ha probado ser una fuente de crecimiento económico y ha permitido acceder a productos a menor precio. Ello no obsta a que se diseñen políticas focalizadas hacia los sectores más pobres, pero éstas deben responder a un criterio integral que permita complementar ingresos, lo que resulta mucho más eficiente que la entrega de bonos específicos o ayudas temporales.