Las tres causales
Walker, sólo hizo su aparición en el momento en que la Presidenta subió a la tarima para dar su discurso. La falange ya había criticado la forma en que se materializaba la iniciativa -pedían que el gobierno no enviara un proyecto propio y se remitiera a patrocinar alguna moción parlamentaria sobre la materia-, además de advertir que actuarían con libertad de acción a la hora de la votación en el Congreso. Así, durante los pocos más de 10 minutos que duró el discurso de la Presidenta, Walker se abstuvo de aplaudir, como hizo el resto de los asistentes.
El proyecto de ley anunciado ayer por el gobierno -y que ingresará por la Cámara de Diputados- apunta a despenalizar el aborto cuando la madre corre riesgo vital, el feto sufre una alteración congénita o genética incompatible con la vida extrauterina, y cuando el embarazo es resultado de una violación. Y en la presentación del texto se despejaron algunos alcances de la iniciativa, como las semanas de gestación límites que se permitirán para la interrupción del embarazo en
El proyecto de ley permite la interrupción del embarazo, de forma voluntaria, en tres situaciones: que la mujer se encuentre en riesgo vital presente o futuro; cuando el embrión o feto padece alteraciones estructurales congénitas o genéticas incompatibles con la vida extrauterina, y cuando se presenta un embarazo producto de una violación. La decisión de abortar debe quedar manifiesta por escrito, ante el médico tratante. casos de violación, los procedimientos y las obligaciones que tendrán los médicos y centros hospitalarios (ver claves del proyecto).
Justamente a partir de estos detalles se comenzaron a vislumbrar algunas discusiones legales sobre la postura que podrían tener las clínicas privadas. Mientras el proyecto del gobierno permite que los doctores puedan apelar a la objeción de conciencia para evitar practicar un aborto, se establece, a su vez, que todos los establecimientos deben estar preparados para este tipo de procedimientos. “Las instituciones de salud, públicas y privadas, no pueden hacer la objeción de conciencia como tales”, dice la minuta que adjuntó el gobierno en la presentación del mensaje, advirtiendo que este tipo de objeción es de carácter “individual”.
Pese a esto, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, ya adelantó ayer que “en nuestra red UC Christus no se harán abortos, nuestros principios y valores no van a cambiar por un determinado proyecto de ley. Esto es definitivo” (ver entrevista página 4). “Hemos cumplido un compromiso, no sólo el que tenemos en nuestro programa de gobierno, sino con la ciudadanía”. “Vine para manifestar mi preocupación por el proyecto que se está firmando”.