Cartagena gasta un tercio de los ingresos que genera para atender a ola de turistas
Un volumen 25 veces superior a su población habitual se genera un fin de semana de verano en Cartagena, el balneario más popular de la zona central. Y es que, además del flujo de turistas, se suman decenas de buses con pobladores de varias comunas de Santiago que, vía convenio, tiene facilidades para pasar uno o dos días en esa playa de forma gratuita. Sólo deben pagar un derecho de $ 40 mil, que financia el municipio de origen, para estacionar los buses y aportar con bolsas de basura y contenedores.
“Llegan hasta 600 mil personas en un solo fin de semana, por lo tanto, todo es un gasto adicional; en seguridad, retiro de basura, luminarias, personal médico extra y las propias atenciones de emergencia y medicamentos que son gratuitos; siempre se atiende a todos, porque sabemos que son gente de esfuerzo”, explica el alcalde de Cartagena, Rodrigo García.
El municipio gasta $ 300 millones extras cada verano, más de un tercio (34,8%) del total de sus ingresos propios, que suman unos $ 862 millones al año. Esta cifra incluye lo que el municipio recauda sin la ayuda del Fondo Común Municipal. “Acá no ve- mos al municipio como una empresa, así que los gastos hay que hacerlos igual, es una inversión para que a nuestros comerciantes les vaya bien”, recalca García.
Pucón, con una población similar a la de Cartagena y un flujo de población flotante de 600 mil personas, recauda cuatro mil millones propios. Ahí, cada verano se gastan $ 500 millones para la mantención de la ciudad y la playa, además de seguridad para los visitantes.
Para el alcalde de Pucón, Carlos Barra, “los recursos que un municipio invierte en todo lo relacionado con el turismo jamás estarán de más. Es un beneficio directo para la gente del campo y del sector urbano, que han hecho del turismo una fuente de desarrollo económico para sus familias”.
El caso de Viña del Mar es distinto: genera $ 54 mil millones de ingresos propios al año y el principal gasto de verano es la contratación de 300 funcionarios extras entre diciembre y marzo.
En el caso de las comunas más pequeñas, el esfuerzo para la mantención en verano se torna más complicada.
Cobquecura, epicentro del 27/F, depende en un 88% del Fondo Común Municipal y sólo genera $ 176 millones como ingresos propios. Sin embargo, de igual modo debe desembolsar recursos en verano. “El retiro de basura crece el doble, tenemos que contratar otro camión, con un chofer y dos operarios más”, indicó Ema Becerra, directora (S) de Obras de Cobquecura.
Esta comuna costera del Biobío es una de las 271 que son catalogadas por la Subdere como “turística” (según población flotante), lo que implica un factor extra en el cálculo de la porción del Fondo Común Mu- nicipal que les llega. “Es un monto tan pequeño que no es incidente, por lo tanto, no hay instrumentos especiales de gestión para territorios turísticos, que es lo que pedimos. Los municipios pequeños siguen dependiendo, en gran medida, del fondo común para solventar estos gastos extras”, dijo Christian Vittori, presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) y alcalde de Maipú.
Demanda gremial
Debido a estos gastos en verano, los municipios turísticos han solicitado a los últimos gobiernos que se libere un 2% de los impuestos que recauda el Fisco asociados al turismo. “La idea es que estos recursos vuelvan a cada comuna. No es justo que a los municipios se les continúe cargando la mano para que mantengan los balnearios y ciudades limpios y atractivos para los turistas de todo el mundo sin una compensación por los gastos que eso involucra”, comentó Juan Alcayaga, presidente de la Asociación de Municipios Turísticos.
Consultado sobre esta propuesta, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, señaló que lo “que se está haciendo es ayudar a las comunas a través de los fondos de promoción de Sernatur, además de las platas que se reciben vía Fondo Común Municipal”.