La Tercera

ESCASEZ HÍDRICA EN LA IV Y V REGIONES

Poblados al interior de la Provincia del Limarí en la IV Región comenzaron a racionar el agua que distribuye­n en sus sistema privados. Representa solo el 6% del total del agua consuntivo (que no se recupera)

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EXACTAMENT­E diez botellas de agua, de seis litros cada una, son las que la familia de Luis Alfaro reserva y usa cada día para el estanque del baño. Otra cantidad similar utiliza en la cocina de su casa. Vive en Potrerillo Alto, una localidad rural al interior de Ovalle, en la provincia del Limarí, una de las zonas más golpeadas por la sequía que se extiende ya por casi nueve años. Sin embargo, en todo este tiempo de escasez, nunca en su pueblo habían llegado al punto de racionar el agua entre las 1.500 familias que dependen de sistema de APR local, que él, como presidente de la junta de vecinos, tiene a cargo.

El pozo del pueblo se secó al compartir la misma napa con los pozos de grandes exportador­as y viñedos cercanos. “Desde las 19.00 a las 7.00 tenemos que cortar el suministro para que se junte en el estanque y pueda llegarle agua a los vecinos de la parte alta, tenemos que ser solidarios, aunque a ellos les llega como a las dos de la mañana”, dice. En su casa se duchan a primera hora –cerca de las 7.00-, porque rápidament­e baja la presión y no se prende el calefón. “Vivimos con el agua medida”, sentencia.

En Guindo Alto, otra localidad al interior de Ovalle, los vecinos tuvieron que profundiza­r en 10 metros el pozo del cual se abastecen. “Hay varios pueblitos que ya no tienen agua, porque además tienen pocas acciones para extraerla. Acá no es llegar y abrir la llave, hay que trabajar para tomar un vaso de agua”, comenta Rodrigo Rojas, vecino de esa localidad. “Necesitamo­s ayuda, creo que el Gobierno, el ministerio (MOP) ha estado demasiado flojo.

Los valles interiores

de Monte Patria, en la Provincia del Limarí, son uno de los más golpeadas por la sequía en la IV Región.

El tranque La Paloma

solo presenta 22 mil metros cúbicos de los 750 millones de metros cúbicos para los cuales fue construido.

En Catapilco,

al interior de Zapallar en el litoral central, Esval tuvo que comprar agua para repartir con aljibes entre sus usuarios. agua en la ciudad, porque las personas no son consciente­s de que deben cuidarla. Nosotros hemos hecho campañas con carteles para crear conscienci­a”, dice el alcalde de Ovalle, Claudio Rentaría.

Según Cristian Frene, director de la ONG “Agua que has de beber”, el problema es más grave. “Lavarse los dientes con la llave cerrada no va a solucionar el problema para la gente de Coquimbo o Valparaíso, aquí el problema son los grandes volúmenes de agua que extrae la industria y que están dejando sin agua a la gente”, asegura.

A pesar de este difícil panorama donde la agricultur­a es la principal consumidor­a de agua (ver infogra

la empresa Aguas del Valle, de la IV Región, descartó por el momento racionamie­ntos. “Hemos hecho esfuerzos adicionale­s con obras para mantener la continuida­d del suministro. Sin embargo este invierno será clave para las futuras proyeccion­es”, dice Andrés Nazer, gerente general de la sanitaria.

En la V Región ya son 19 comunas declaradas como zona de escasez hídrica, incluyendo visitados balnearios como Zapallar y Papudo. Si bien en la actualidad no presentan mayores dificultad­es, existe preocupaci­ón. “Indudablem­ente es preocupant­e, porque la empresa Esval, saca agua de los mismos lugares desde donde se presenta la escasez y si no hay soluciones rápidas, nos vamos a encontrar con un problema muy complejo”, señala el alcalde de Zapallar, Nicolás Cox.

En Catapilco los pozos ya se secaron. “Tuvimos que recurrir al uso de camiones aljibe y comprar aguas a terceros, mayoritari­amente de la mismas cuencas de la ciudad”, explica José Luis Arraño, gerente de operacione­s de Esval.

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