Se metió entre los grandes
Palestino clasificó a la fase de grupos de Copa Libertadores, pese a caer 2-1 ante Nacional en Montevideo. El equipo de Pablo Guede integrará el Grupo 5. Su debut será en Santiago ante Boca Juniors. El plantel no escondió su emoción. Calificaron el result
El silencio dejaba de manifiesto el nerviosismo. El Parque Central ni se inmutó cuando Nacional y Palestino salieron a la cancha, pero era evidente la ansiedad y la tensión entre los 22 protagonistas del juego.
Palestino salió con un libreto que parece aprendido de memoria. Con tres defensores, pero con un mediocampo poblado y con mucha vocación defensiva para aguantar los avances charrúas, que fueron incesantes desde el primer minuto.
Pese a eso, el equipo árabe no varió en sus intenciones: jugar por abajo, tener la pelota e intentar progresar en la cancha sobre la base del buen funcionamiento colectivo, el criterio y la paciencia en la construcción del juego. La línea de tres se transformó rápidamente en línea de cinco, pero la interpretación del guión no varió en absoluto.
Nacional, mientras, iba al frente con insistencia, pero siempre se encontró con la buena respuesta de Darío Melo, el joven portero de los de La Cisterna.
A pesar de que desde el minuto 20 en adelante, los uruguayos controlaron todas las acciones, el marcador se desniveló en favor de la escuadra de colonia merced a un cabezazo de Renato Ramos que se coló en el ángulo inferior izquierdo del arco de Gustavo Munúa. Era el 2-0 global (en la ida Palestino se impuso por la mínima) y una inyección de tranquilidad para manejar las acciones.
El gol, eso sí, estuvo lejos de contrarrestar el dominio uruguayo. De hecho, marcó un punto de inflexión en el juego. Guede, fiel a su filosofía y concepción del juego, no varió su propuesta y al ver que su equipo controlaba la pelota, con el impulso anímico de la ventaja en el marcador, adelantó las líneas intentando sentenciar la serie lo antes posible. Dicho adelantamiento les dio a los orientales los espacios que hasta ahí no había tenido y les facilitó la tarea.
Primero a los 42’ y luego a los 45’. En apenas tres minutos Palestino se vio abajo en el marcador gracias al autogol de Germán Lanaro y al tanto de Gastón Pereiro, respectivamente. En anhelo de seguir en la Copa Libertadores se veía peligrar.
Sufrimiento
El segundo tiempo mantuvo la misma tónica que el primero. Con el local jugado en ataque y Palestino apenas resistiendo, buscando chances para adelantarse y buscar el empate; tocando la pelota, aunque mucho más erráticos que en la primera mitad. Evidenciando dificultades en la salida por bajo, que suscitaron los iracundos retos de Guede.
A los 70’, la historia pudo tener un vuelco dramático. Melo sólo contempló cómo un potente zurdazo de Iván Alonso se estrelló contra el travesaño. Fue la sentencia anímica para Nacional, sobre todo porque, a los 73’, el partido estuvo varios minutos detenido por los gases lacrimógenos que ingresaron al recinto deportivo debido a los enfrentamientos entre la policía y los hinchas del Bolso, que no pudieron ingresar a ver el partido.
Luego de la detención, Palestino tuvo tranquilidad, manejó los tiempos y aguantó el paso de los minutos para abrochar una histórica clasificación y devolver al club al primer plano internacional después de 36 años. Los desafíos, eso sí, de aquí en más serán mucho más exigentes.