El legado del padre de la botella de soya
El japonés Ke n j i Ekuan, quien falleció el domingo pasado a los 85 años de edad debido a una falla cardíaca, es conocido en el mundo gracias a la popular botella de soya que creara para la Corporación Kikkoman en 1961. La concepción de esta botella le tomó tres años de trabajo y cerca de 100 prototipos, para finalmente combinar de manera elegante innovadoras curvas con un dispensador que no dejaba caer gotas. Hoy, más de 300 millones de estas botellas han sido vendidas y la marca Kikkoman alcanzó reconocimiento mundial gracias al trabajo creativo de este ex monje. Un testigo privilegiado de los horrores de la guerra (creció en Hiroshima), Ekuan llevó al mundo de manera perfecta el sentir de su país tras la devastación de los bombardeos: pacifismo y materialismo.
El afamado diseñador creía que todas las personas debían tener acceso al diseño, dedicando su vida a construir objetos cuyo uso fuera un agrado y no sólo un mero trámite sujeto a una función, declarando para la televisora japonesa NHK que “la existencia de cosas tangibles es importante. Es una evidencia de que estamos aquí como seres humanos”. Y el trabajo de toda su vida es la mejor prueba de esto: diseños que perduran y dejan una marca en la humanidad que no se diluye con el paso del tiempo.
Además de la botella de soya, Ekuan creó otros productos que consolidaron su talento a nivel mundial. Famoso es el rediseño que hizo en 2008 de la popular motocicleta de Yamaha VMAX. Con una clara mejora en las formas e idea de potencia en todas sus curvas, fue llamada por el sitio especializado Total Motorcycle como “el matrimonio perfecto entre músculos y cerebro”.
La agencia de diseño de Ekuan, GK Design, fundada en 1957, también estuvo a cargo de la concepción de algunos de los trenes bala más veloces de Japón. Un diseño más delgado y aerodinámico hecho especialmente para rieles más estrechos, unido a puertas especiales que permiten a los pasajeros alcanzar el andén sin problemas, cambiaron la cara de este tipo de transporte de alta velocidad.
Conocido es, también, el Expreso Narita, un tren conecta Tokio con el Aeropuerto Internacional Narita. GK Design ganó con esta creación el Premio Laurel en la categoría Trenes en 1992.
Otra de sus obras es el asiento de respaldo plano. Una carcasa dura que sostiene un asiento que se reclina por completo y otorga más privacidad a los pasajeros de Aerolíneas Japonesas que las cabinas Business de otras compañías significó que Ekuan ganara el prestigioso Premio al Mejor Diseño el año 2003.
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