Se respeta el cese el fuego en Ucrania, pero con incidentes
Rusia, Francia, Ucrania y Alemania dijeron que el respeto a la tregua era “satisfactorio”. Según los analistas, las primeras 48 horas son críticas para el éxito de la tregua.
Niños jugando en las plazas, familias recorriendo las playas, mercados llenos de gente e incluso algunos soldados jugando fútbol. Ese era el panorama de ayer en las regiones del este de Ucrania en el primer día en vigencia del cese el fuego, después de semanas de combates entre fuerzas de Kiev y separatistas prorrusos.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, sus homólogos ucraniano, Petro Poroshenko, y francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, tuvieron ayer una conversación telefónica y comprobaron que el respeto del alto el fuego “es globalmente satisfactorio, a pesar de incidentes locales que hay que solucionar rápidamente”, anunció ayer la presidencia francesa.
“En las primeras doce horas el alto el fuego se ha respetado, con algunas excepciones, en especial en Dabaltseve, Raigorod y Luhansk”, declaró, por su parte, el jefe de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Ertugrul Apakan.
La situación a la que hacía referencia el representante de la Osce era una serie de incidentes que se produjeron tras el cese el fuego. Así, dos civiles murieron en un bombardeo poco después de la entrada en vigor del alto el fuego en Popasna, en la región de Luhansk. Kiev culpó a un grupo de insurgentes cosacos, que no obedecen la orden dada por el mando rebelde.
Mientras que periodistas de la agencia France Presse escucharon ayer tiros de artillería procedentes de Debaltseve, ciudad estratégica y que los separatistas consideran como suya. La situación en Debaltseve suscita dudas sobre el respeto de la tregua. Incluso en esa localidad los rebeldes impidieron el acceso a los observadores de la Osce, encargados de comprobar la aplicación del alto el fuego.
La tregua acordada el jueves pasado entre el gobierno prooccidental de Kiev y los insurgentes separatistas en Minsk es la primera etapa de un plan de paz para acabar con un conflicto que ha dejado más de 5.500 muertos en 10 meses en el este ucraniano. Se prevé que tanto las fuerzas ucranianas como las de los separatistas comiencen a retirar sus armas pesa- das en los próximos días. Analistas consultados por la cadena BBC, señalan que las próximas 48 horas son críticas, ya que las treguas anteriores parecían cumplirse en un principio y después fracasaban.
Coincidiendo con el inicio del alto el fuego, Rusia envió un nuevo convoy con ayuda humanitaria al este de Ucrania de más de 170 camiones blancos, cargados con unas 1.800 toneladas de mercancías. En el convoy, el decimocuarto que ha enviado Moscú al este de Ucrania, viajan unos 400 empleados, entre ellos médicos y psicólogos, de la Dirección General de Protección Civil, dijo a la agencia de noticias Tass su portavoz, Oleg Voronov. Ucrania acusa a Rusia de violar su soberanía con el envío de convoyes con ayuda humanitaria. Según el gobierno en Kiev, Rusia utiliza estos envíos para suministrar armas y municiones a los separatistas, extremo que Moscú rechaza terminantemente.