Dichos del dirigente del Movilh
EL DIRECTOR del Area de Derechos Humanos del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) llamó la atención pública hace algunos días al revelar a medios de comunicación su intensa participación en acciones de carácter terrorista durante el gobierno militar. En concreto, señaló que, en ese período, instaló bombas, combatió en la calle y reclutó a miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que participaron en el atentado a la escolta presidencial ocurrido en septiembre de 1986.
Las palabras del dirigente llevaron a algunos sectores a recordar declaraciones de similar tenor efectuadas por el presidente del Partido Comunista, quien en 2013 reconoció públicamente su responsabilidad intelectual en el mencionado atentado, el cual cobró la vida de cinco escoltas. De hecho, el año pasado la Corte Suprema rechazó una querella interpuesta por viudas de los fallecidos, por no considerarlo un delito de lesa humanidad y, por lo mismo, haber prescrito la acción penal.
No obstante, la sola acción de los familiares de los fallecidos demuestra el impacto que este tipo de declaraciones produce en la opinión pública y deja en evidencia su nula contribución a la convivencia social y al necesario entendimiento entre posiciones políticas que, de hecho, fueron capaces de acordar un camino conjunto de regreso a la democracia, ampliamente alabado a nivel mundial.
Tampoco parece prudente que dirigentes sociales y políticos presuman de haber participado en acciones que constituyen delitos definidos en el Código Penal, incluso bajo la excusa de tratarse de situaciones de excepción.