Con seguridad especial y sin humoristas: Romeo Santos llega a la noche más compleja
El cantante arribó ayer a Santiago para su show de hoy, el que tendrá un operativo especial de seguridad. La cita contactó a distintos humoristas, pero todos desistieron de aparecer hoy tras el cantante.
Viña ya tiene a su Rey. Ayer, pasadas las 17:30 horas, Romeo Santos aterrizó en el aeropuerto privado FBO Aerocardal de Santiago, para su presentación de esta noche en el Festival y la que dará al día siguiente en el Estadio Nacional. En total, se espera que reúna en ambas presentaciones a 60 mil personas.
El neoyorquino, que actuará en una Quinta con localidades agotadas y que se erige como el artista más popular de la presente edición del certamen (vendió todos sus boletos en 48 horas), llegó al país en completo sigilo y acompañado de un staff de 50 personas. Apenas aterrizó partió de inmediato al Hotel W y se instaló en la suite presidencial del recinto.
Según la producción del Festival, el intérprete de Propuesta indecente despegará hoy en la tarde hacia la Ciudad Jardín y se espera que realice una prueba de sonido después de almuerzo. La organización del certamen ya coordinó la presencia de una escolta policial en el traslado del cantante, que además estará en todo momento acompañado por cuatro guardias de seguridad.
Claro que el mayor operativo se desarrollará algunas horas después, en la Quinta Vergara y sus alrededores. “Va a ser un día en que vamos a tomar muchos resguardos”, asegura Carla Ruz, productora general del Festival, quien detalla que ya está definido un posible plan de contingencia para la que promete ser la noche más agitada y masiva de lo que va del certamen, con 14.200 personas en la Quinta.
Las precauciones no son gratuitas, ya que el propio Santos ha protagonizado dos de las noches más complejas que ha enfrentado CHV al mando del Festival: primero como parte de Aventura, en 2011, y dos años después con su debut solista. “Esta vez el mejor parámetro fue saber que, cuando salieron a la venta de las entradas, se agotaron en 48 horas. Eso fue un alerta de que había que preocuparse”, cuenta Ruz.
HComo todos los días, la producción se reunirá a las 18:00 horas con efectivos de Carabineros, PDI y la Onemi. Allí se les informa la cantidad de gente que va llegando al recinto y se decide si se abren antes de tiempo las puertas, algo que hoy podría ocurrir a las 17:30 horas. “Cuando la gente empieza a llenar la galería más temprano, comenzamos a activar nuestro sistema de alarma: cercar el perímetro completo, la calle y el Cerro Siete Hermanas (atrás de la Quinta)”, detalla Ruz. De igual manera, no se descarta aumentar ACE 20 AÑOS Vicentico huía junto a Los Fabulosos Cadillacs por las dunas de Reñaca, mientras una horda de asistentes atacaba furibunda el escenario de un concierto veraniego gratuito. El tiempo ha pasado y el cantante argentino se toma la fiesta de la Quinta Vergara con la tranquilidad propia de un trasandino calentando un mate para sentarse con los suyos. Con look de veterano de guerra, Gabriel Julio Fernández Capello impuso la canción de calidad por sobre la pose en la tercera noche de festival. Su catálogo clasifica los patrulleros en moto y caballos, que se sumarían a los 150 guardias del lugar.
Por otro lado, la ausencia de humoristas en la jornada de hoy se debe, precisamente, al arrastre del bachatero. “La intención era tener un humorista y teníamos a varios avanzados, pero al final ninguno se atrevió. Encontraban que era demasiado riesgo”, revela Alex Hernández, director televisivo del Festival, quien detalla l a posi bi l i dad de que e l show de Santos se extienda por más de 100 minutos. en el romance pero sin la hormona forzadamente adolescente, y la condescendencia bobalicona de los números que han abierto las noches previas. Vicentico canta e interpreta con la experiencia de los curtidos. Y así inició su show con un título tan duro como Ya no te quiero, enfundado de cierta inocencia del pop en español de los 60 y comienzos de los 70, que es el barniz de esta última etapa donde acentúa aún más su talento melódico para aquella voz en sordina, su rúbrica.
Sin frases hechas ni palabrerías para conquistar aplausos, sino respetuoso de su gente, urdió un espectáculo macizo con escenas emotivas, retratos de la larga relación que mantiene con Chile. Como ese vínculo nace de su paso por Los Fabulosos Cadillacs, cuando interpretó solo con guitarra acústica Siguiendo la luna, se elevó el más nítido karaoke en lo que va de festival. Y como un abrazo de vuelta, el público de la Quinta siguió coreando Yo no me sentaría en tu mesa, de la gran banda argentina.
La noche siguió un curso natural, macerado, grato, con una andanada de éxitos pro- pios y ajenos como Algo contigo de su debut de 2002, y Paisaje de Franco Simone, más otras pasadas por el repertorio de LFC, incluyendo Basta de llamarme así.
Su mayor himno, Los caminos de la vida, se alargó como un mantra y fue vitoreada por la audiencia viñamarina, disfrutando de un artista que ha moldeado un tipo de pop latino único y original, que recoge influencias desde el Caribe hasta el extremo sur de la América morena. Lo de Vicentico fue el triunfo limpio de la canción en un evento que aún homenajea porfiadamente el formato.