La Tercera

“En mi pueblo me decían Durazno”

- David Aguayo

¿Cómo le apodaban en la escuela? Me decían Durazno en mi pueblo, porque vendía duraznos. Mi pueblo es Conesa, el mismo de donde viene Muriel Orlando.

¿Le desagrada que en TV pronuncien mal su apellido? No. No me molesto para nada. Me da risa.

¿Qué es lo más difícil de tener un nombre complicado de decir? No tiene cosas complejas. Me río, me causa mucha risa, cuando a la gente le cuesta tanto pronunciar mi nombre.

¿Qué significa para usted jugar con un amigo de infancia como Orlando en la delantera? Me pone muy contento. Lo disfruto mucho. Nos conocemos de chiquitos y toda la gente del pueblo nos apoya. Siempre nos dan mensajes de aliento.

¿Usted habría ido a ese famoso asado si estuviese jugando por la U? No leí muy bien lo del asado. No sé a qué hora fue y qué pasó. Yo tengo a mi mujer y a mi hija pequeña. Si hubiese asistido, sólo habría comido con mi hijita chiquita y mi esposa. Nada más. Aunque no sé si habría ido, la verdad. Pero insisto, no sé qué pasó en realidad.

¿Qué siente un jugador cuando está cerca de descender de categoría? Se pone muy ansioso y ner- vioso, porque hay mucho en juego y tienes que hacer las cosas bien. En tres partidos se juega mucho y por lo mismo, hay mucha responsabi­lidad. Aunque todos somos hombres grandes y sabemos que se juegan cosas lindas para todos. Pese a la enorme responsabi­lidad.

¿No le incomoda jugar en estadios casi vacíos? No, la gente que llega a los estadios siempre me apoyó y aún siento que me apoyan. En el estadio se siente la gente. Aunque no le presto mucha atención. Pero los gritos de aliento siempre llegan.

¿Qué le parece la influencia colombiana en Antofagast­a? Normal. Hay mucho colombiano, pero es común en una ciudad tan grande. Aunque al principio sí me llamó la atención, pero después de preguntar por qué es tan grande la colonia, te acostumbra­s. Me impresionó el respeto a los peatones y a las mujeres con bebés, como mi mujer. Además de la seguridad, hasta el momento no me ha pasado nada.

¿A qué se asemeja convertir un gol? A momentos de alegria, de felicidad. Son momentos lindos, siempre. Son amores. Hacer goles son como amores.

¿Se proyecta vivir en Chile o será otro jugador con paso fugaz por el país? Me gustó mucho Chile. Mi mujer se sintió muy cómoda. Me gustaría seguir acá. Si la familia esta cómoda, uno está más tranquilo.

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