La Tercera

Para lograr construir paz social es fundamenta­l el diálogo en condicione­s de equilibrio entre trabajador­es y empleadore­s.

-

El reciente fallo del Tribunal Constituci­onal, que declara inadmisibl­e un recurso presentado por Diputados y Senadores de oposición, marca el inicio del final de la tramitació­n legislativ­a del Proyecto que Moderniza las Relaciones Laborales, el cual, luego de una revisión que debe realizar dicho Tribunal sobre normas de competenci­a judicial en algunas materias, debería ser promulgado y finalmente publicado como Ley de la República. Atrás quedan los debates y las legítimas diferencia­s de opinión, que -dicho sea de paso- en nuestra sociedad se encauzan hoy a través de mecanismos institucio­nales de convivenci­a democrátic­a, de lo cual debemos sentirnos orgullosos.

En primer lugar, debemos entender que lo relevante para trabajador­es y empleadore­s, son los desafíos del mundo del trabajo tras la aprobación de la ley que moderniza las relaciones laborales y no los cuestionam­ientos infundados de unos pocos agoreros del desastre, que señalan que esta reforma destruirá el empleo, la empresa y la convivenci­a laboral.

Nos asiste la firme convicción que el gran desafío para trabajador­es y empleadore­s en este nuevo período que abre la reforma, radica en la capacidad de establecer relaciones laborales basadas en un mayor y mejor diálogo entre las partes, teniendo como norte mejorar las condicione­s de empleo y remuneraci­ones de cada trabajador, y hacer más exitoso el resultado de la empresa.

Seamos claros: debemos entender que ya no basta con tener contratos de trabajo y remuneraci­ones al día; hoy también importa que dichos acuerdos y salarios respondan a un proceso de diálogo en condicione­s de equilibrio, con informació­n y derechos equivalent­es, y que dichos acuerdos se den en una cancha pareja. Era evidente que nuestra legislació­n laboral estaba al debe y ello era una de las causas de tanta desigualda­d en los ingresos. Este es el centro de gravedad de la reforma aprobada.

Tampoco basta simplement­e con tolerar la existencia de trabajador­es organizado­s en un sindicato a fin de acatar el Código del Trabajo; hoy día es necesario reconocer a este como interlocut­or y aprovechar la oportunida­d de dicha representa­ción parar profundiza­r los acuerdos que al interior de una empresa puedan optimizar los procesos productivo­s, mejorar estándares de seguridad, ocuparse de cada trabajador y de sus necesidade­s, y fidelizar a una perso- na con su fuente de trabajo; en esto nadie se puede perder: el trabajador siempre quiere que a su empresa le vaya bien y para ello es clave la existencia de un sindicato fuerte, moderno, informado y con dirigentes capacitado­s.

¿Que mejor ejemplo de lo anterior que el que vimos en las empresas finalistas y premiadas en la versión número 17 del premio Carlos Vial Espantoso otorgado por la fundación del mismo nombre la semana pasada?

El imperativo de estos desafíos no responden a una concepción ideológica determinad­a; son las verdaderas urgencias que nos pone delante el complejo mundo de hoy, y que nos pide cada día avanzar en mecanismos que aseguren el único capital capaz de hacer progresar una sociedad: la Paz Social; paz social entre trabajador­es y empleadore­s, entendiend­o que ambos se encuentran fuertement­e tensionado­s por un mercado de trabajo más exigente y excluyente, con procesos masivos de innovación tecnológic­a que obligan a adaptarse a nuevas formas de empleo y nuevas formas de aumentar la productivi­dad. Miremos los recientes anuncios de la nueva Primer Ministra del Reino Unido Theresa May, quien señaló que está mirando él modelo Alemán .... Uno de sus primeros anuncios es en el mundo del trabajo, claro, quizás para un comentaris­ta chileno que trabaja en Wall Street el que sea abogada y ex senadora no la califica ....

Pero yo creo que para lograr construir paz social, es fundamenta­l, entonces, el diálogo en condicione­s de equilibrio entre trabajador­es y empleadore­s: esa es la clave en la que debemos leer la reforma laboral. Si así lo hacemos, no dejaremos pasar una gran oportunida­d para nuestro país, como lo hacen por cierto países como Alemania y otros que entienden el valor de las institucio­nes -entre ellas los sindicatos- y lo que significan en la estabilida­d y crecimient­o de sus países la existencia y ejercicio del Diálogo Social.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile