Listas de espera para trasplantes
Señor director:
A propósito del esperado trasplante de Jacinta Zañartu, algunas voces han expresado cierta molestia por un supuesto privilegio que tendrían las familias de altos ingresos a la hora de recibir órganos.
Como trasplantado creo necesario aclarar que ese privilegio no existe. Las listas de espera en Chile son administradas de forma centralizada por el Instituto de Salud Pública (ISP) según criterios que no son políticos ni económicos sino técnicos, como la compatibilidad genética entre donante y receptor, el tiempo de espera y el estado de gravedad del paciente. Estos criterios son distintos para cada órgano y están disponibles en el sitio web del organismo.
Por lo demás, los receptores de órganos son, tal como la población chilena en general, en su gran mayoría afiliados a Fonasa.
La percepción de desigualdad que tiene la ciudadanía se explica por la mayor cobertura que los medios dan en general a los sectores acomodados y por la mayor capacidad que tienen esas familias de hacer campañas masivas de concientización, lo cual puede ser interpretado erróneamente por la población como un intento por aumentar las probabilidades de sus hijos en desmedro de otros.
Dado que la confianza en el sistema es clave para disminuir la negativa familiar, que en Chile supera el 50%, el Ministerio de Sanidad de España -país líder en donación de órganos, con una tasa que sextuplica la chilena- prohibió en 2014 las campañas para donar órganos para un receptor concreto.
La medida aplicada en España debería considerarse para nuestro país. La inclusión del tema de la donación en los currículos escolares para derribar mitos, y al aumento de recursos e incentivos a los equipos de procuramiento, para detectar más posibles donantes, constituirían un buen paquete para incrementar nuestra alicaída tasa de donantes y disminuir los largos tiempos de espera.