EXPOSICION
fotos sangrientas y crudas, pero es cierto que el jurado está premiando un enfoque más sutil; el espectador debe darse un minuto para reflexionar sobre lo que quiere expresar el autor. Eso permite más interpretaciones para el público”, explica de Kruijf.
Entre las series galardonadas, el curador destaca dos por la potencia de sus historias. Está el conmovedor seguimiento -galardonado con el segundo lugar en la categoría Proyectos de Larga Duración-, que hizo la estadounidense Nancy Borowick a sus padres enfermos de cáncer, quienes finalmente murieron con sólo un año de diferencia, y la del portugués Mário Cruz, primer lugar en Temas Contemporáneos con el registro de un internado para niños en Senegal, donde reciben educación religiosa y aprenden árabe, pero que se ha convertido en un lugar de hacinamiento, hambre y esclavitud. Un mes después de haberse publicado el reportaje, el gobierno de Senegal aprobó una ley enfocada en el respeto de los derechos humanos de los niños. “Eso ilustra el poder del fotoperiodismo de revelar y denunciar las injusticias del mundo. Gracias
World Press Photo
Del 29 de julio al 28 de agosto, en Espacio Fundación Telefónica (Providencia 127, Metro Baquedano). De lunes a viernes, de 9 a 20 horas. Sábado, domingo y festivos, de 11 a 20 horas. Entrada liberada. De forma inédita, la inauguración será el 28 de julio, de 18 a 23 horas toda persona que quiera puede asistir.
a estas imágenes la gente se entera de lo que ocurre a su alrededor y se toma conciencia de los cambios que hay que hacer para mejorar la calidad de vida de esas personas”, dice Erik de Kruijf.
Con la masividad que ha logrado la fotografía ¿Cuál cree que es el rol actual del fotoperiodismo?
Es cierto que con la masificación de la cámara, incluso en los teléfonos, el fotoperiodismo se ha desvalorizado. Muchos medios han cortado el presupuesto de sus departamentos de fotografía, pero el hecho de que cualquiera pueda tomar una foto no los convierte en fotoperiodistas. Ellos tienen un código moral, una ética laboral y una sensibilidad que no tiene un ciudadano común y corriente.
En los últimos años se ha cuestionado justamente el excesivo uso de programas digitales para alterar las fotos. Hace poco se comprobó que el reconocido Steve McCurry había trucado imágenes y en 2012 se cuestionó al ganador de WPPh, Paul Hansen ¿Cómo ha afectado esta polémica al concurso? Ha sido una de las grandes discusiones para la disciplina del fotoperiodismo. Antes, el requisito principal era que todo lo que podías hacer dentro del laboratorio fotográfico estaba permitido, pero hoy la tecnología ha complejizado el tema. Hemos debido ponernos más estrictos y endurecimos las reglas (a fines de 2015, 20% de los concursantes quedaron descalificados por ese motivo). En el caso de Paul Hansen, quien manipuló la luz y los contrastes de su foto, consideramos que estaba dentro de los parámetros permitidos. No así el que fotógrafo manipule el pixel de la imagen, quite o agregue elementos a ella como lo hizo McCurry. Puede ser una hermosa foto, pero eso no es fotoperiodismo.b