Profesiones ligadas a la ciencia son las más valoradas por los chilenos
Según la primera encuesta que midió a nivel nacional la percepción que la ciudadanía tiene sobre la ciencia. Sondeo de Conicyt muestra que médicos, ingenieros y científicos desplazan a profesores y deportistas.
Manuel del Pino, matemático de la U. de Chile y Premio Nacional de Ciencias Exactas 2013, se sorprende al saber que los científicos están entre los profesionales más valorados del país. “Me complace, creo que efectivamente es una buena profesión, me alegra mucho que en la sociedad exista sensibilidad por la pequeña contribución que podamos hacer al país”, señala.
El dato que lo sorprende viene de la Primera Encuesta Nacional de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología en Chile realizada por el programa Explora, de Conicyt, y cuyos resultados serán liberados mañana. El sondeo es el primero a nivel nacional que mide la imagen que la ciudadanía tiene de la ciencia local (en 2000 hubo otro, pero que sólo consideró Santiago).
En ella, médicos, ingenieros y científicos aparecen como las profesiones más valoradas en Chile, por sobre deportistas y profesores, a quienes desplazan por más de 10 puntos, y otras siete disciplinas. Políticos son los peor evaluados.
El sondeo -realizado entre octubre de 2015 y enero de 2016- fue respondido, en forma presencial, por 7.637 personas, mayores de 15 años, de todo el país. La percepción favorable a las profesiones cercanas a la ciencia y tecnología es transversal entre hombres y mujeres, edades, zonas geográficas, socioeconómicas y educacionales.
Natalia Mackenzie, directora del programa Explora, explica que buscaban entender las percepciones y representaciones de la población chilena sobre la ciencia y tecnología, además de entender su interés, nivel de conocimiento, de participación y valoración de estos temas en su vida cotidiana.
Mackenzie dice que les llamó la atención la alta valoración, porque la población siente que los científicos no necesariamente hacen mucho esfuerzo para comunicar lo que hacen, pero a pesar de eso, los ven como profesionales con alto prestigio. “Lo asocian a un alto nivel de inteligencia, relevancia, ven que las razones por las que un científico se dedica a hacer ciencia son las éticamente correctas, que no se asocian a tener prestigio, dinero o poder, sino con amor a entender la verdad, a entender mejor el mundo, cómo funciona la naturaleza, a solucionar problemas más atingentes a las personas, vocación por hacerse las preguntas, hacer investigación, conocer la verdad”, cuenta.
Macarena Troncoso, química y estudiante de magíster de la U. de Concepción y el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), dice que la visión que se tiene de los cien-