FISCALIZACIÓN
teger la fiscalidad de los distintos países, ampliando su contenido de tal forma de comprender situaciones como la del mercado digital. Por otro lado, con la aplicación de las normas de retención podría fiscalizarse a los pagadores domiciliados en Chile, pero por su volumen se haría impracticable. Otras jurisdicciones tributarias, como, por ejemplo, la argentina, han decidido trasladar esta obligación a los bancos e instituciones financieras emisoras de las tarjetas de crédito, lo que permite la fiscalización y recaudación. Recordemos cómo el modelo de negocios de Blockbuster, exitoso por años, terminó por sucumbir ante el fácil acceso que ofrecen empresas como Netflix. A nivel local, fuimos testigos de la quiebra de la Feria del Disco, cuya oferta fue superada por fenómenos como Spotify y Amazon. Lo novedoso de todo esto es que toda la operación comercial se hace en forma intangible a través de la web, con miles de operaciones y transacciones diarias que generan millones de dólares de renta, sin constancia de su tributación en Chile, mientras que las tiendas físicas están sujetas a las normas de la Ley de la Renta, IVA, patente de rentas municipales y normas laborales, entre otras, con fiscalizaciones presenciales que muchas veces las llevan a su clausura.
¿Sucumbirá el giro de los taxistas ante Uber, empresa fundada en Estados Unidos, pero cuya matriz (que registra cero empleados) se encuentra radicada en Islas Bermudas, sin perjuicio que los pagos se hacen a Holanda?
No cabe duda de que el peor error sería poner una barrera a la entrada a las nuevas tecnologías de comercio digital. Sin embargo, al día de hoy no se ve un modelo claro de fiscalización que permita igualar el partido respecto de la empresa tradicional, la que se encuentra absolutamente sobrerregulada.