La avanzada boliviana para la polémica visita
En julio de 2015, personal de seguridad del puerto de Arica sorprendió al vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, tratando de entrar sin permiso al puerto.
“Ningún gobierno boliviano llevó la relación con Chile a un nivel tan bajo en 100 años”, fue uno de los calificativos que usó esta semana el canciller Heraldo Muñoz al criticar la polémica visita de inspección que realizó a los puertos de Arica y Antofagasta el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, junto a una comitiva de 58 personas, para denunciar problemas que enfrenta el transporte de carga terrestre boliviano durante su paso por Chile. En el gobierno chileno estiman que el viaje inconsulto de la delegación boliviana fue planificado precisamente para gatillar algunos conflictos con la seguridad portuaria y así acrecentar el impacto mediático de la visita.
No era la primera vez que una autoridad boliviana intentaba ingresar sin aviso previo al puerto de Arica.
Hace exactamente un año, a fines de julio de 2015, el vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, fue sorprendido por personal de seguridad del puerto de Arica cuando intentaba ingresar a la zona portuaria al interior de una camioneta de las oficinas de la Administradora de Servicios Portuarios de Bolivia.
En esa ocasión, la empresa portuaria le impidió el ingreso y le pidió que, de acuerdo con los protocolos de seguridad, advirtiera con anticipación de su visita.
La excusa que dio Alurralde en esa oportunidad fue la misma que esgrimió el canciller Choquehuanca esta semana respecto del derecho que tenían para inspeccionar las oficinas aduaneras que posee Bolivia, alegando que están bajo jurisdicción boliviana. Un error de interpretación que la Cancillería chilena aclaró de inmediato a través de una nota de protesta a La Paz.