DÍAS
El lunes, el deporte ruso recibió un nuevo golpe que amenazaba con terminar de noquearlo, luego de que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) lo dejó tambaleando con la exclusión de sus atletas de Río 2016 por casos de dopaje. A principio de la semana se conoció un informe que denunciaba una política de Estado para encubrir los positivos en el deporte de ese país. Pero Rusia no recibió el tiro de gracia tras esta revelación. El Comité Olímpico Internacional (COI) decidió ayer no excluirla de los próximos Juegos y entregó a las federaciones internacionales de cada deporte la decisión de seguir o no la línea de la IAAF.
La investigación que se conoció el lunes fue encargada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) al abogado canadiense Ri- chard McLaren. El resultado indicaba una política de Estado, dirigida por el ministerio de Deportes de Rusia y apoyada por los servicios secretos, para encubrir los casos positivos, por lo menos en el período entre los Juegos de Invierno de 2010 y 2014. El COI anunció que analizaría detalladamente los antecedentes, como que se protegieron y cambiaron los resultados de 312 exámenes que dieron positivo.
Y mientras en Río de Janeiro se abría con polémica la Villa Olímpica (los australianos decidieron no quedarse por las malas condiciones), tras una reunión de tres horas, la junta directiva del COI entregaba el fallo: no imponer un castigo a Rusia y dejar la decisión a las federaciones.
“Tuvimos que llegar a un equilibro entre la responsabilidad colectiva y la justicia individual a la que todo ser humano y atleta tiene derecho”, explicó el presi- dente
Bach.
El organismo sí decretó que el Comité Olímpico Ruso no podrá enviar a los Juegos a ningún deportista sancionado por dopaje, incluso en el caso de que ya haya cumplido el castigo.
Y los que finalmente sean aceptados por el COI serán sometidos a un riguroso control antidopaje que realizará la AMA en coordinación con la respectiva federación internacional.
El COI solicitó a las federaciones “realizar análisis individuales al registro antidopaje de cada atleta, tomando en cuenta sólo las pruebas confiables adecuadas internacionales”.
El Comité también pidió a las federaciones que revisen la información y nombres de los atletas y disciplinas implicadas por el reporte de McLaren. Todos los involucrados no deberían competir en los Juegos de Río, expresó el COI.
El ministro de Deportes
del COI, Thomas ruso Vitali Mutko, mencionado en el informe como a cargo del encubrimiento y vetado el martes por el COI para asistir a los Juegos, expresó su gratitud por una decisión “objetiva y que se adapta al interés del mundo del deporte y a la unidad de la familia olímpica”.
Así, sólo el atletimo ruso está sancionado (esta semana perdió la apelación ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo).
La Federación Internacional de Tenis (ITF) respondió inmediatamente y anunció que los ocho jugadores y jugadoras seleccionados han sido objeto “de controles antidopaje rigurosos fuera de Rusia” e irán a Rio.
La IAAF ya ofreció su asesoría a las otras federaciones en el proceso de decisión sobre si los deportistas rusos pueden participar en Río, después de haber sido la primera en tomar una determinación. Una de la que el COI se corrió olímpicamente.
El organismo no excluye a la delegación acusada de dopaje de Estado y cede la decisión a cada federación .