Sistema de reparto y AFP
Señor director:
Coincidente con el escándalo de pensiones estatales en Gendarmería, financiadas por todos, la extrema izquierda saca gente a la calle para volver a un sistema de “reparto”.
Un sistema de reparto en que los activos financien a los pasivos requeriría en Chile, en régimen, cotizaciones sólo para vejez pagadas por los trabajadores activos, del 23% de sus salarios, en comparación con el 10% que pagan hoy. Esa tendencia empeora a medida que la población envejece y llevaría a tasas de 50% y más. Ha sucedido en otras partes y ha obligado a cambiar los sistemas.
El mal llamado sistema de reparto en Chile dejó sin pensión a un 51% de sus cotizantes, por no haber completado los años exigidos de cotización, siendo éste uno de los medios con que dicho sistema “solidariamente” financiaba el “reparto”.
En cambio, en el sistema de capitalización individual, todo el que cotiza es propietario de su cotización y recibe una pensión proporcional a la misma, independientemente de si cotizó 3 o 40 años. Las estadísticas reflejan y reconocen esta disparidad, a diferencia del reparto en que no existe el 51% que quedó sin pensión, para las estadísticas de pensiones pagadas.
Los montos de las pensiones en el sistema de capitalización dependen crucialmente de las expectativas de vida al jubilar, que han aumentado sin ninguna modificación en las edades exigidas, al extremo que las mujeres jubilan a los 60 y deben financiar pensiones hasta los 89, mientras los hombres, jubilando a los 65, financian hasta los 84 (10 menos que las mujeres). Evidentemente se requiere ajustar voluntariamente o por ley la edad de las mujeres, ya que por cada año que se postergue la jubilación la pensión crece un 10% aproximadamente, de modo que cotizando cinco años más, las pensiones subirían 54%.
Se puede argumentar mucho más sobre lo absurdo del planteamiento de volver al “reparto”, alternativa que ninguna comisión de expertos ha recomendado y que no puede pretender justificarse con marchas.
Señor director:
El domingo más de 100 mil personas marcharon por el mal estado de las pensiones en Chile, convocados bajo la bandera “No más AFP”. La única versión oficial de las Administradoras de Fondos de Pensiones fue una declaración publicada por el cuerpo de Negocios de este diario, donde un grupo de directivos de las empresas y el gremio que las reúne, representando los intereses de los dueños de las AFP, rechazaron las críticas y destacaron la solidez del sistema.
Pero la óptica del día de la marcha era cosa: que buena parte de Chile estaba en contra de las aseguradoras, y los únicos que salieron a defenderlas fueron los desconectados empresarios que viven de ellas. Un sistema sin legitimidad social no puede ser un sistema sólido.
Quienes valoramos la importancia de un importante pilar de ahorro individual como parte de un sistema de pensiones, necesitamos urgentemente nuevos voceros. Porque si la discusión sigue como está, la pregunta no es si vendrá un dañino retroceso hacia un sistema de reparto, sino cuándo.