LA FICHA
CUESTA encontrar un mejor retrato del David Bowie de mediados de los años 70 que el que hizo Alan Yentob con su cámara. Durante un viaje en auto por las autopistas de California, el director de Cracked actor muestra en los primeros minutos de su documental a un artista demacrado y pálido, pero de sorprendente lucidez, que reflexiona sobre su arte mientras toma leche en caja y tararea You make me feel (like a natural woman), de Aretha Franklin.
La escena sintetiza con elegancia la génesis de lo que posteriormente se conocería como la “fase americana” de Bowie, una prolífica etapa en la carrera del ídolo británico, marcada por la búsqueda de una nueva identidad artística, su profunda adicción a la cocaína y sus primeras incursiones en el soul y el funk norteamericano. Un período que ahora vuelve a cobrar vigencia con Who can I be now?, un completo boxset que saldrá a la venta el 23 de
David Bowie septiembre, donde se reúne todo el material que el músico grabó entre 1974 y 1976.
Además de cortes inéditos, temas en vivo y versiones remasterizadas de todo el catálogo de esos años -que va desde Diamond dogs (1974) hasta Station to station (1976)-, la caja incluirá uno de los títulos perdidos en la discografía del inglés: The gouster, un hasta ahora inédito LP grabado en 1974, donde se encuentran los primeros experimentos del artista con ese “soul plástico” que luego terminaría dando forma a Young americans (1975).
Para los coleccionistas, el lanzamiento funciona como la pieza que faltaba para completar el puzzle del “Bowie americano”. Uno que recién instalado en Estados Unidos -luego de sepultar su alter ego de Ziggy Stardust-, paranoico y debilitado producto de sus adicciones, volcó en los estudios Sigma de Philadelphia todo su bagaje de música afroamericana, faceta que cultivó escuchando radios especializadas en su adolescencia londinense y que consolidó en 1975, con su presentación en vivo en Soul train, el célebre programa de TV pensado por y para la juventud negra de Norteamérica.
“A David le entusiasmaba el soul tanto como a mí. No éramos ‘jóvenes, dotados y negros’, pero queríamos hacer un álbum de soul brutal”, explicó sobre este trabajo Tony Visconti, histórico productor del Duque Blanco y encargado de supervisar el box-set, el primero de este calibre desde la muerte del artista en enero.
El compilatorio, sucesor de Five years (1969-1973), ya se puede preordenar desde cualquier parte del mundo en el sitio web de Bowie, en formato de 12 CDs, 13 discos de vinilo o descarga digital.b