Carrera abierta
NO PUEDE sino ser una paradoja que al mismo tiempo que el presidente de la UDI indicaba que el 15% de apoyo de la Presidenta Michelle Bachelet constituye un “cuadro patético” que hace de este gobierno “una causa perdida”, diputados y dirigentes de ese mismo partido sostenían que el 14% de preferencias obtenido por Sebastián Piñera sugiere que “no tiene ningún sentido hacer una primaria” en Chile Vamos porque la brecha con sus eventuales competidores es “insalvable”.
Es cierto que las encuestas se prestan para interpretaciones y que el derecho a opinar es sagrado, pero no parece lógico que cifras tan parecidas se presten para interpretaciones tan distintas.
Era esperable que Piñera saliera con ventaja en la carrera por la candidatura de Chile Vamos. Aunque no está oficialmente en campaña, el exmandatario es conocido por la gente y actúa desde hace rato como presidenciable. Sus contendores, en cambio, muestran un nivel de conocimiento bajo y todavía no lanzan con fuerza sus campañas.
En términos de la carrera presidencial, la verdadera noticia de la encuesta CEP no fue el 14% de chilenos al que le gustaría que Piñera llegara a La Moneda en 2018, sino el 62% que no sabe o no contesta cuando se le pide definir su preferencia por algún candidato. Cuando casi dos tercios del electorado potencial muestran tales niveles de incertidumbre, no puede decirse que existan favoritos. Al revés, la conclusión más válida es que la carrera está abierta.
Los que dan por ganador al expresidente tras el sondeo olvidan un detalle clave: 14% es un resultado mediocre. Piñera es el rey tuerto en un país de ciegos. Un rey que, además, anda desnudo, aunque sus partidarios no quieran verlo y prefieran creer que camina muy bien vestido: por un lado, la opinión pública muestra un cansancio radical con las figuras del pasado y Piñera es un personaje asociado a esa época que alguna vez se juzgó gloriosa, pero que hoy está en constante tela de juicio; por otro, el 62% de los encuestados menciona “honestidad y confiabilidad” como el atributo más importante de un Presidente y, si hay un cuestionamiento que hacer al exmandatario, es que su nombre o el de sus empresas aparecen y siguen apareciendo en toda clase de investigaciones judiciales. Es revelador que, cuando este tema es traído a colación, en lugar de defender la probidad del expresidente, sus partidarios afirmen que ese es un dato sabido y que la “gente ya conoce a Piñera”. Sería arriesgado para Chile Vamos cerrar filas en torno a un candidato que, aunque muestra una ventaja, está lejos de la consolidación definitiva y exhibe flaquezas objetivas que cuestionan su viabilidad electoral.
Lo más conveniente es dejar que las variadas figuras del sector que han mostrado voluntad por postularse compitan y sea el electorado el que decida. Para eso, hay que terminar con los bloqueos y vetos. También es necesario que comiencen a desplegarse de una vez contendores que han anunciado que están dispuestos a presentarse, para conocer en detalle sus propuestas y sus posibilidades reales. Sería arriesgado para Chile Vamos cerrar filas en torno a Sebastián Piñera, que si bien muestra una ventaja, está lejos de una consolidación.