Crítica situación del Sename
DESDE QUE la ministra de Justicia fue interpelada hace algunas semanas tanto por los escándalos en el Servicio Nacional de Menores (Sename), como por los desórdenes administrativos en Gendarmería, la situación del Sename ha continuado deteriorándose. Así, se han conocido antecedentes como que de los cuatro mil funcionarios de la institución, del orden del 35% se encuentra con licencia médica, lo que supone una evidente recarga de trabajo para el resto, motivando que algunos de los centros se encuentren en paro, como protesta por las adversas condiciones laborales.
Las precarias condiciones en que opera el sistema de protección a los menores del Estado volvió a ser relevado a propósito de las extrañas circunstancias en que han fallecido algunos menores en dichos centros, y que son motivo de investigación judicial. La intervención del gobierno se hace urgente, pero ha sido evidente la permanente desidia del Ministerio de Justicia para haber abordado con más sentido de urgencia esta lamentable realidad.
El gobierno pretende reactivar ahora los proyectos que dividirán el Sename y crearán por una parte un servicio de protección especializada para prestar asistencia a menores en situación de vulnerabilidad, y otro a cargo de la responsabilidad penal adolescente. Conceptualmente parece un paso acertado avanzar en esta dirección, aunque los detalles de estas iniciativas aún no se conocen. Pero parece imprescindible que estas propuestas se presenten cuanto antes a discusión legislativa, para comenzar su análisis y no seguir postergando las soluciones. Parece inevitable, en todo caso, que se deberá estudiar algún plan de emergencia, porque tomará tiempo antes que estas iniciativas se conviertan en ley.