Enseñanza de Filosofía
Señor director:
No es primera vez que el Mineduc hace una propuesta como la de incorporar Filosofía a Formación Ciudadana. Cabe suponer que se basa en buenas intenciones, como mejorar la educación de jóvenes que no salen del liceo con competencias suficientes en lenguaje y matemáticas. Las personas del Mineduc seguramente piensan que destinar horas a la filosofía parece un lujo innecesario o una pérdida de tiempo.
Sin embargo, una propuesta de este tipo sólo puede explicarse por la ignorancia de sus autores. La Filosofía se ha cultivado en sociedades y épocas muchísimo más precarias y menos equitativas que la chilena actual. Las competencias lingüísticas y lógicas generadas por la lectura y producción de textos filosóficos son insustituibles y, a la vez, aplicables a todas las otras áreas del conocimiento y del quehacer profesional.
Evidentemente no se necesita ser filósofo para pensar. Pero tampoco se necesita ser matemático para tener pensamiento abstracto, ni ser poeta para saber expresarse. Para pensar, hablar correctamente y manipular objetos ideales —cosas que todos tenemos que hacer en nuestra vida profesional— se necesita aprender literatura, matemáticas y también filosofía.
Es triste e insólito tener que explicarles a los funcionarios del Mineduc algo que la civilización occidental ha sabido desde siempre. Lo que debe pedirse es más y mejor filosofía en los colegios. Sobre todo en el Chile de hoy, que parece urgido por comprender lo que nos está sucediendo y por encontrar mecanismos efectivos y perdurables para la transformación de la realidad. Para ello sus comunidades son de primera importancia; es decir profesores, estudiantes, profesionales y administrativos que enseñan, estudian y trabajan en ellas son su principal valor. También hay que destacar a los exalumnos. Ellos, desde una mirada más objetiva, con cierta distancia pero con conocimiento e identificación, pueden aportar de manera significativa al desarrollo de la institución.
En un nuevo ciclo de debate al interior de nuestra universidad, conocido como “La UC Dialoga” que se realizó para aportar a la discusión del proyecto de reforma de la educación superior, por segundo año convocamos a un grupo de más de 80 exalumnos a aportar desde sus diferentes disciplinas y miradas. El resultado fue notable: tuvimos más de dos horas de diálogo y aporte con generosidad, interés y deseos de colaborar al desarrollo de la institución y de la educación superior del país.
Así, los exalumnos devuelven con esta y otras acciones el aporte que las instituciones entregaron a su formación y vida profesional. El apoyo al desarrollo y a la sustentabilidad futuras de las universidades es responsabilidad de todos, en especial de quienes las conocen, valoran y tienen en su corazón. Los exalumnos saben la importancia de contar con instituciones de calidad internacional que inciden de manera significativa en el desarrollo de las personas y del país.