La Tercera

Alimentaci­ón

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Empieza con un café (“de grano, obvio”), dos o tres huevos, una fruta y vegetales (como brócolis o espárragos). Otra alternativ­a son unos panqueques con la misma cantidad de huevos y un par de scoop de proteínas, unos berris y un yogur (“no es muy recomendab­le, pero yo lo hago con leche orgánica”, dice el crossfiter­o). Al mediodía, 15 nueces o castañas de cajú o un puñado de maníes. Al almuerzo y comida en general come proteína blanca (una pechuga de pollo), con ensalada y dos cucharadas de arroz o quínoa. Una vez a la semana alterna con carnes rojas. En la noche lo mismo, pero con mucho verde. Siempre bastante agua purificada con filtro o embotellad­a. ¿Bebidas isotónicas? Jamás. “Son puro azúcar y anilina, el veneno más grande que existe”. Recomienda en vez Nuun, sales minerales que venden en pastillas efervescen­tes. Una vez a la semana

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