Una tradición
Tarde de martes en el Estadio Español, los meteorólogos prometieron un Santiago primaveral, pero se equivocaron y hace mucho frío. Todos se quieren ir, pero Fernando Celaya, Manuel Domínguez y Esteban Romero, los tres preseleccionados chilenos para la Copa del Mundo de pelota vasca entrenan con el técnico Sebastián De Orte en una de las canchas del Estadio Español, en
Las Condes.
Celaya (25, arquitecto) partió a los seis años y cuenta que como la mayoría de los pelotaris, los jugadores de este deporte, empezó por influencia familiar. “Generalmente se hace como una herencia que viene del papá o de los abuelos acá en el estadio”, dice Celaya, quien compite desde los 10 años y a los 15 ya iba a mundiales. Hoy entrena cinco veces a la semana. “Uno sacrifica hartas cosas”, dice.
Celaya debe andar explicando de qué se trata su deporte. “Les digo que es como el tenis, pero jugando contra una muralla. Ahí se confunden: piensan que juegas contra la muralla y no un contrincante. Generalmente termino mostrando fotos y videos en YouTube”, explica el seleccionado quien gracias a la pelota vasca ha ido a Argentina, Francia, México y Perú.
El deporte se juega a tres sets de 11 o 15 puntos, dependiendo de la especialidad, las que se definen por el tipo de cancha. Estas se dividen en trinquete (con murallas por todos lados) y abiertas (con tres murallas). Además, hay distintas dimensiones: de 30, 36 y 50 metros. Los pelotaris también tienen divisiones de herramienta: juegan con la mano, en modalidad paleta-goma y con cesta punta, una especie de canasto que se usa sólo en canchas de 50 metros.
Baldomero Sáez, presidente de la sección de pelota vasca del Estadio Español, cuenta que en Chile hay unos 200 jugadores activos que practican en las ocho canchas que hay en Santiago, Viña del Mar y Concepción, todas ligadas a clubes de la colonia española o francesa, donde los montos de suscripción son bastante altos, además de requisitos de descendencia en algunos sitios. Algo que dificulta la masificación del deporte, aunque ahora hay un proyecto de cancha pública en Peñalolén. “Hoy todos los lugares son privados, eso hace que sea bastante difícil para el público general practicar. Por eso este proyecto es importante”, dice Sáez.
Sebastián De Orte, el entrenador de la selección, explica que la Copa del Mundo será entre el 19 y 27 de noviembre en el Estadio Español y el Centro Vasco, en Santiago, y esperan clasificar entre los seis primeros para el Mundial de Barcelona, en 2018.T