Reyes del suelo
Su prestigio se ha disparado en los últimos veinte años gracias a la efectividad que sus practicantes han demostrado al enfrentarse a exponentes de otras disciplinas: nadie les gana. Eso comenzó a hacerse patente en los 90, cuando en una entonces desconocida liga de artes marciales mixtas llamada UFC (hoy un imperio) un menudo peleador brasileño derrotaba a musculosos luchadores y hábiles karatecas sólo llevándolos al suelo para luego liquidarlos con alguna llave. Royce Gracie era su nombre, miembro de una de las familias estelares de este deporte derivado del judo y que nació en Brasil hace un siglo de la mano de inmigrantes japoneses.
Hoy proliferan por todo el mundo las escuelas de BJJ, que no se caracteriza por los golpes, sino por sus agarres y la capacidad de neutralizar al oponente. Este marcado carácter defensivo le da una impronta de honor, parte de su atractivo. “Su esencia es hacer al débil más fuerte”, dice Fabián Soto, quien lo practica y enseña en la escuela Pacific Top Team, en Providencia, una franquicia canadiense con sedes en varios países. “Técnicamente, el BJJ se trata de acortar la distancia con el oponente, amarrarlo, llevarlo al suelo y ahí inmovilizarlo”.
Soto, que además compite en torneos internacionales, dice que es muy completo como deporte, lo que lo hace muy recomendable para quienes desean mejorar su condición física. “Es muy exigente, trabaja todos los músculos del cuerpo. Llegan personas con experiencia haciendo pesas o spinning y a los dos minutos están sudando como locos. Ayuda un montón a quienes quieren bajar de peso, a que las personas se formen físicamente, además de manera entretenida y aprendiendo defensa personal. Es muy adictivo”.
Testimonio de la buena fama de este arte marcial es su popularidad en el mundo del entretenimiento, con actores como Ashton Kutcher, Vince Vaughn y Keanu Reeves entre sus practicantes. El célebre presentador Anthony Bourdain también practica y reconoció que se había vuelto una obsesión. Le dedicó tiempo atrás un capítulo entero de su programa.T