Francisco Rosende era ingeniero comercial de la U. de Chile y Master of Arts en Economía de la Universidad de Chicago.
Llegó caminando, de traje negro impecable, corbata roja, sus anteojos grandes de costumbre y saludó de mano y abrazo a todos los presentes. Fue el 6 de junio recién pasado cuando Francisco Javier Rosende Ramírez, fallecido ayer a causa de un cáncer, recibió el premio Monseñor Carlos Casanueva de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la máxima distinción académica de la casa de estudios. Ese día, dedicó buena parte de su discurso a agradecer. A su familia, a sus colegas, a la Universidad, y a todos quienes lo acompañaron en sus 60 años de vida y tres décadas como profesor de economía.
Rosende era ingeniero comercial de la Universidad de Chile, M.A. de la Universidad de Chicago, casado, cinco hijos, colocolino, ex decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la PUC, y hasta sus últimos días estuvo trabajando en la redacción de un libro llamado “Los Alquimistas y la Política Monetaria”.
“Era muy sistemático, estudioso y trabajador. Un muy buen alumno. Auguraba una hermosa carrera, que finalmente tuvo”, cuenta un conmovido Carlos Massad, ex profesor de Rosende, al enterarse de su fallecimiento.
Uno de los aspectos que más destacan de él sus contemporáneos en la casa de Bello, fue su capacidad analítica, que a temprana edad llamó la atención de sus compañeros y profesores. Pero también su caballerosidad, buen humor y su pasión por el fútbol. “Cuando estudiamos el magíster en Escolatina tuvimos un curso juntos de monetaria. Era la época del Mundial de Fútbol de Argentina y alternábamos sesiones de estudio con miradas a los partidos”, cuenta Guillermo Le Fort, quien lo recuerda como “excelente alumno, muy mateo”.
Características que luego mantuvo, primero cuando fue ayudante, y luego como profesor. “Todo lo que aprendí sobre economía monetaria en aquella época lo aprendí de él, en buena medida porque era receptivo a las preguntas y cuestionamientos de sus alumnos, y se esmeraba en mejorar sus clases. Pancho era un Chicago Boy con vocación docente y respeto intelectual”, dice Mario Marcel, alumno de Rosende en la Universidad de Chile, cuando éste era ayudante de Sebastián Edwards.
El mismo Edwards dice que Rosende “hacía preguntas difíciles, y no se contentaba con las repuestas hasta que el tema quedaba cristalinamente claro. Sus calificaciones fueron descollantes. Muy superiores a las de sus compañeros”.
También fue ayudante de un curso que dictaba el empresario Alvaro Saieh. “Fue mi alumno, ayudante, director del banco y las compañías de seguros. Por todo eso, como familia lo conocimos bien y nos produce una enorme pena su fallecimiento”, expresa Saieh.
En el Banco Central
Luego de la universidad y de su paso como estudiante en Chicago, Rosende fue gerente de Estudios en el Banco Central entre 1986 y 1990. Allí, su superior directo era Juan Andrés Fontaine. “En el Banco Central tuvo un papel muy importante, era un hombre de gran serenidad, visión, analítico, nunca estaba mucho en los detalles sino en los principios y conceptos que están detrás de la discusión. Era un aporte de altísima racionalidad”, dice el ex ministro.
El economista Patricio Rojas también