ALMUERZO EN EL SENADO
No cometan el crimen de condenar a una inocente. Voten contra mi destitución”. En un emotivo discurso de 45 minutos, la suspendida Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, compareció ayer ante el pleno del Senado para presentar su defensa, en el umbral de su juicio político.
Con un semblante tranquilo, Rousseff llegó al Senado poco después de las 9.00 a través de un acceso en el subsuelo. En ese lugar recibió el saludo de un pequeño grupo de manifestantes al gritos de “¡Dilma, guerrera de la patria brasileña!”. Invitados como Luiz Inácio Lula da Silva y el célebre cantautor Chico Buarque se sumaron luego para acompañarla desde las tribunas. A las 9.54 fue presentada de forma solemne por el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski.
En un tono enérgico, la suspendida mandataria lamentó que en Brasil “se viola la democracia y se castiga al honesto. Estamos a un paso de la consumación de un verdadero golpe de Estado”, del cual surgirá un “gobierno usur- pador”, acusó. Rousseff usó la narrativa del “golpe” en por lo menos cinco momentos, según destacó el diario O Globo.
Dilma también admitió que siente “el gusto amargo y áspero de la injusticia” ante la posibilidad de ser condenada sin crímenes de por medio y advirtió a los senadores que no caería en “el obsequioso silencio frente a los cobardes que pretenden atentar contra el estado de derecho”. Comparó otras veces el impeachment con la persecución sufrida por ella en la dictadura. Fue en ese momento cuando la suspendida mandataria se quebró. Junto con recordar que fue detenida y torturada, afirmó que no conoce “la deslealtad ni la cobardía”. “El impeachment es como una pena de muerte política”, aseguró.
“Los misóginos mostraron sus garras” contra el gobierno de la “primera mujer elegida Presidenta”, dijo Rousseff en otro momento de su defensa. “Las elites conservadoras y autoritarias respaldaron la inestabilidad política aguda de nuestro gobierno”, agregó. En su discurso a los senadores, Rousseff citó personajes
Los minimerengues de Dilma para la sobremesa con Lula
Dilma Rousseff almorzó con Lula ayer en la sala de recepción de la presidencia del Senado. Según el diario O Estado, la suspendida mandataria llevó una cacerola con minimerengues, endulzados con stevia, para la sobremesa. La petista sigue desde el año pasado la llamada dieta Ravenna.
históricos, recordando conspiraciones sufridas por los ex presidentes Getúlio Vargas, Juscelino Kubitschek y João Goulart. Dilma no recordó, sin embargo, el proceso de impeachment de Fernando Collor de Mello (ver recuadro).
Después de su discurso vino el interrogatorio, donde participarían más de 40 de los 81 senadores. Si bien recibió algunos apoyos de aliados, el foco principal fueron las indagaciones de sus opositores. “Usted se presenta como víctima de un golpe, pero nosotros sabemos muy bien lo que es eso, nosotros trabajamos para reconstituir la democracia. Si usted falseó cuentas públicas, ahora también falsea la historia de este proceso”, le reprochó el senador Aloysio Nunes, del PSDB. “No he cometido delitos”, respondió Rousseff.
Dilma dijo que el pedido de su salida no salió “de las calles” y defendió la convocatoria de nuevas elecciones. Asimismo, indicó que va a recurrir al Supremo Tribunal Federal en caso de que sea aprobado el impeachment. “Si me juzgaran sin delito de responsabilidad, es golpe, es un rotundo golpe, un golpe integral. No recurro al Supremo Tribunal Federal ahora porque no agoté esa instancia. Vine aquí porque respeto a esa institución. Esa institución no está haciendo pacto con el golpe hoy, pero sí en el momento en que profiera la sentencia. No cometan el crimen de condenar a una inocente”, señaló la suspendida mandataria.
Tras el discurso de Rousseff, su ex ministro y militante del PT, Miguel Rossetto, advirtió que “si el golpe pasa”, “al día siguiente”, su partido y dirigentes de movimientos sociales van a iniciar una movilización pidiendo “elecciones directas ya”. Para el ex minis-