EL PLAN NACIONAL
el 1% (1960-2015), con crecimientos negativos y altos, como en los 90”, dice el economista, agregando que Chile ha demostrado capacidad para alcanzar la tasa de productividad necesaria, lo que cambia ahora es que hay que hacerlo sustentablemente.
En eso las ERNC podrían ayudar, pero también la hidroelectricidad, que ha demostrado eficiencia, dice. “Ejecutada de buena manera es viable”, asegura.
Andrea Rudnick, asesora en temas de cambio climático y parte del grupo MAPS (que analizó los mecanismos de mitigación de emisiones para Chile), dice que es posible cumplir con la meta -sin afectar el crecimiento- mezclando varias medidas, además de las ERNC. “Lo importante es avanzar a una eficiencia en el consumo de combustibles en todos los sectores económicos del país y a una des-carbonización gradual y transversal en la economía”, sostiene.
Gonzales dice que la meta de Chile es ambiciosa, que requiere un gran esfuerzo en productividad. “Eso no es malo, lo malo sería si queremos lograr la misma meta tirándonos balas en los pies y El programa MAPS, que reunió a expertos para ver cómo bajar las emisiones de Chile, propuso cerca de 100 medidas, como el alza de la generación con GNL, mediante subsidio, incentivos para las energías eólica y solar, metas de consumo energético y de emisiones para autos nuevos, infraestructura para bicicletas, proyectos de autogeneración de energía eléctrica con ERNC en plantas industriales y mineras, fomento a la forestación, entre otras.
desincentivando a la inversión e innovación”.
Desde las empresas
Marina Hermosilla, directora del Centro de líderes empresariales Contra el Cambio Climático (CLG) -entidad liderada por la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile-, dice que hoy todas las empresas consideran criterios de sostenibilidad en sus proyecciones de crecimiento. “Incorporan, por ejemplo, el precio del carbono en sus inversiones. Hoy todos los criterios de sustentabilidad de algún modo se están incorporando en la gestión corporativa empresarial”. La proyección de una compañía debe incluir esos factores, agrega. “Si miras el desarrollo futuro de los mercados y los países, estas variables están siendo incorporadas, con mercados de emisión transables, estándares mínimos de sostenibilidad, responsabilidad social, impuestos, formas que te obligan o invitan a hacerlo”.
Cristian Mosella, subgerente de Innovación de la generadora eléctrica Colbún -parte de CLG-, señala que ya lo hacen, incluyendo criterios e indicadores de sostenibilidad en su operaciones y en la planificación de sus inversiones. “Considerando especialmente las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, el precio del carbono, los riesgos y oportunidades asociadas al cambio climático, así como una serie de indicadores de desempeño socioambiental”.
El gran desafío es desacoplar el crecimiento de las emisiones, señala Gonzales, “y para lograrlo el camino es por ganancias en productividad o, en otras palabras, inspirarnos en vez de transpirar para producir”.b
La administración Obama comenzó con medidas de reducción de emisiones en 2009, entre ellas la inversión de más de US$80 mil millones en tecnologías de energía limpia y el establecimiento de estándares de eficiencia de consumo de combustible y energía. El resto de su plan de acción por el clima incluye iniciativas como la reducción de emisiones del sector eléctrico en 30% para 2030 (bajo los niveles de 2005), normas de eficiencia energética para vehículos y edificios. Con la ayuda de la EPA y otras agencias, espera reducir las emisiones de metano de vertederos, minería del carbón, agricultura y los sistemas de petróleo y gas a través de acciones voluntarias rentables y regulaciones.