Estado paga el triple del costo público por pacientes de Fonasa derivados a clínicas
El gasto promedio de un paciente trasladado al sector privado es de $ 11 millones, versus los $ 4 millones que demanda su atención en la red pública. A partir de datos obtenidos por Ley de Transparencia, Fonasa explicó que valores privados, además de la a
Casi tres veces más debe pagar el Estado, en promedio, cuando un paciente crítico de Fonasa, por falta de camas, es derivado a alguna clínica en lugar de ser atendido en un hospital.
Así lo revelan las cifras entregadas por el seguro público vía Ley de Transparencia, que evidencian que el costo promedio de un paciente de Fonasa trasladado a un centro privado llega a $ 11.322.529, es decir, casi el triple de los $ 4.285.000 que cuesta la atención de ese paciente en un recinto público.
La mayoría de los casos derivados son de personas en estado grave que requieren con urgencia una atención, pero que no pueden ser asistidas en la red pública por falta de cupos para su internación, equipos o personal médico necesario en las unidades de UTI y UCI. En ese momento, la Unidad de Gestión de Cama Crítica (UGCC) del Ministerio de Salud (Minsal) busca opciones entre una lista de prestadores que Cuando el sistema público de salud no tiene camas críticas o un especialista que pueda atender a un paciente grave, lo deriva a un prestador
privado.
Entre enero y julio de 2016 se realizaron 3.104 derivaciones a privados, 1.070 más que en igual periodo de 2015, traslados por los cuales Fonasa pagó $ 19 mil millones.
Las derivaciones las realiza una unidad especializada, de
acuerdo a un ranking de prestadores que participaron de una licitación pública y ofrecieron precios base. ya han licitado sus servicios al Estado, para garantizar la atención del paciente.
“Las derivaciones se realizan de acuerdo a un ranking de precio base adjudicado, pero siempre considerando la capacidad resolutiva del prestador, en relación con el diagnóstico del paciente”, explicaron desde Fonasa.
Es así como entre enero y julio de este año se realizaron 3.104 traslados de pacientes a camas críticas de distintas clínicas, es decir, 1.070 pacientes más que en igual período de 2015, lo que implica un aumento del 53%. En cuanto a los costos, este año las transferencias demandaron $ 19.687 millones, cifra que casi duplica los $ 10.722 millones gastados en el primer semestre de 2015, lo que configura un aumento del 84% (ver infografía).
“Los datos reflejan el primer peak de infecciones por virus respiratorios, que generaron un mayor número de referencias a prestadores privados”, indicaron desde Fonasa.
Asimismo, la subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, indicó que el sistema está frente a un nuevo peak de virus, lo que presiona hospitalizaciones y urgencias con 130 mil consultas semanales, en un contexto en que lo normal son 45 mil. “Este año hemos vivido dos peak: uno muy similar al de 2014 y el segundo que está siendo muy parecido a 2015. Entonces, en un año hemos sumado la demanda de dos”, explica Alarcón.
La presión a la que alude la subsecretaria hace prever que las derivaciones y gastos se incrementarán en los próximos meses, según el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris. “Las cifras son hasta julio y las cuentas siempre van atrasadas, por lo tanto, en agosto, septiembre y octubre vamos a tener un gasto muchísimo mayor. Esto, sumado a que la deuda hospitalaria, está por las nubes, nos preocupa y hasta nos molesta un poco”, indicó.
¿Por qué se derivan pacientes?
Actualmente, existen 26 mil camas en el sistema público, de las cuales 2.520 son para pacientes críticos adultos, neonatos y pediátricos.
Diversos estudios han concluido que en el sistema público de salud existe un déficit de camas importante. Uno de ellos, de Libertad y Desarrollo de marzo de 2016, sostiene que “Chile se sitúa en el penúltimo lugar de los países de la OCDE con 2,2 camas de hospital por cada 1.000 habitantes”. Estudios más recientes de la Fundación Creando Salud indican que hay 1,8 camas por mil habitantes. Esto influye en que en condiciones de alta demanda, como es durante la Campaña de Invierno, la falta de camas críticas en la red pública obliga al sistema a buscar soluciones en el sector privado.
El plan de inversiones prometido por el gobierno, que contempla la construcción de 20 hospitales a 2018, sumará 370 nuevas plazas, incluyendo las que aportará el hospital concesionado de Antofagasta. Ello, pues del total de recintos que se edificarán, no más de cuatro son de gran envergadura.
Desde Fonasa explicaron que los montos promedio pagados al sector privado incluyen, además de la atención, “la amortización de infraestructura, equipamiento y las utilidades”, mientras que los mon-