Vacunación necesaria
Señor director:
La vacuna contra el virus papiloma que se está utilizando en el programa nacional de vacunación, desde 2014, en todas las niñas chilenas, protege contra el cáncer cérvico uterino -que mata a dos chilenas cada día- y contra las verrugas genitales, que afectan al 2% de la población. El virus papiloma, principal infección de transmisión sexual en Chile y el mundo, también está involucrado en varios tipos de cáncer. No vacunar implica un riesgo individual para cada niña y para toda la sociedad.
Dada la oposición de algunos apoderados a su administración, es necesario recalcar que la vacuna que se está usando es segura y no produce efectos adversos severos, porque no está hecha con el virus sino con ingeniería genética. Los efectos adversos serios reportados no son atribuibles a la vacuna; cuando se realizan estas acciones preventivas masivas, existen niños que se enferman después de vacunarse no por causa directa de la inoculación, sino por otros patógenos ajenos a este proceso.
Como sociedades científicas queremos rechazar la acción de los grupos antivacunas que dejarán vulnerables a los jóvenes ante los riesgos del papiloma, y reafirmar que es una medida de prevención segura, que se traducirá en una mejor salud para los niños. redes que faciliten su inclusión social, o la falta de dispositivos básicos de salud que aseguren su bienestar físico y mental.
Todo ello nos obliga a tomar en cuenta los importantes desafíos políticos y sociales para los cuales requerimos señales claras y decididas por parte del gobierno, e iniciativas públicas contundentes para la etapa más frágil del desarrollo de las personas. para mejorar la calidad del aire y reducir los tiempos de viaje que, según proyectan cifras oficiales, aumentarán de 38 a 48 minutos en la Región Metropolitana hacia 2025.