Derecha sin primarias
Señor director:
La derrota de la izquierda en las municipales admite dos lecturas sobre las primarias en la derecha. Una es de los expertos: como el gran ganador fue Sebastián Piñera, ya no tiene sentido hacer primarias, sino que más vale plegarse a él y asegurar su reelección en 2017.
Otra lectura, la de quienes nos fijamos en el 65% de abstención, a la vez que en el descontento con el gobierno actual, apunta también a desechar las primarias pero por una razón opuesta: como es probable que se mantenga el rechazo a la izquierda, para cualquier candidato de derecha vale la pena llegar a la primera vuelta presidencial. Su único adversario real sería Sebastián Piñera —si decidiera competir— y parece alta la probabilidad de cosechar el desencanto de los electores con los viejos rostros.
En definitiva, la conclusión sobre las primarias es la misma: es mejor no ir a ellas, sino llegar hasta la primera vuelta. Una variedad de corredores de derecha que nos dieran la oportunidad de votar por ellos a todos los que nunca votaríamos por Sebastián Piñera, mermarían el caudal de votos del expresidente. Manuel José Ossandón, Joaquín Lavín, José Antonio Kast y otros tienen la palabra. Alessandri; por el contrario, malas las palabras de Josefa Errázuriz, quien pareció despechada cuando habló tras conocerse el resultado en Providencia. Me gustaría escuchar al locuaz Francisco Vidal, que siempre se ufana de los éxitos de su sector y encuentra explicaciones para todo.