Denuncias en el servicio exterior
Señor director:
Estuve atento al intercambio entre el subsecretario de Relaciones Exteriores, embajador Milenko Skoknic, y el presidente de la Asociación de Diplomáticos (Adica) Fernando Salas, relativo a las denuncias de acoso laboral y sexual en el Ministerio de Relaciones Exteriores. A ello se agregó hace poco una demanda de abuso laboral y psicológico de la cónsul de Chile en Suiza, contra el encargado de Negocios de esa misión.
Si bien la declaración emitida por el embajador Skoknic debería contribuir a recuperar la confianza en quienes tienen la responsabilidad de investigar y sancionar cuando corresponda, resultaría conveniente entregar una pronta información de lo ocurrido. En junio La Tercera dio cuenta del envío de psicólogos para abordar el mal clima laboral en esa sede. Su aclaración permitiría evitar reacciones como la de Adica.
El establecimiento de una unidad encargada de procesar las denuncias constituye un paso en la dirección correcta. No obstante, el incremento de casos los últimos años hace recomendable la designación de un embajador inspector a tiempo completo. Sus responsabilidades deberían extenderse a la itinerancia periódica por nuestras representaciones, destinada a velar el cumplimiento del clima laboral, la correcta utilización de recursos y el buen funcionamiento de las sedes. Esta figura existe en muchos países.
Más allá de dicha sugerencia, destinada a evitar conductas que no se compadecen con el respeto irrestricto a las personas y sus derechos, así como a la igualdad de género, corresponde a los propios funcionarios del servicio exterior vigilar el comportamiento que se espera de sus miembros.
Entre los distintos tipos de información, se ha convertido en materia crucial para los negocios el secreto empresarial (el conocimiento o información que por ser secreto otorga una ventaja legítima sobre la competencia).
En Chile son pocas las empresas que han sopesado su importancia. Por ello es necesario educar sobre la protección de secretos empresariales dentro de las compañías, por ejemplo, mediante el uso de acuerdos de confidencialidad, políticas internas de desfragmentación de la información, etc.
Debemos encontrar el equilibrio y ponderar la correcta transparencia con la protección de innovación y tecnología secreta, activos fundamentales para triunfar en cada industria.