La Tercera

Mosa y Colo Colo deben defenderse

Por resolución del directorio de la ANFP del 17 de octubre, el timonel de ByN tiene hasta el viernes para aclarar su relación con la barra. El Cacique también sufre en Tribunales y deberá compensar a Humberto Suazo con $ 370 millones, debido a su bullado

- R. Gálvez y A. Poblete R. Gálvez

En el Estadio Monumental no pueden estar tranquilos. Ni siquiera por su seguidilla de triunfos. Tampoco pueden estar 100% enfocados en el duelo de esta noche ante Cobreloa, por la revancha de los cuartos de final de Copa Chile (en semis ya espera la UC). Porque en el orden dirigencia­l, el club vive hace largos días en una autoinflin­gida incertidum­bre, gracias a un misil salido desde su propia trinchera, cuando Aníbal Mosa, el presidente, confesó que todos los jueves ingresan hinchas al búnker albo “para ensayar con sus bombos”.

Apenas el timonel blanco abrió la boca, en la previa del Superclási­co y con Arturo Salah a su lado, en la ANFP e incluso en la Cámara de Diputados se alertaron. En

DQuilín, de hecho, comenzaron a recopilar los antecedent­es necesarios. Llamaron a varios directores de Blanco y Negro, se contactaro­n con Estadio Seguro, con Carabinero­s y también con la Intendenci­a. Las dudas eran muchas: ¿Quiénes entran a Macul? ¿Existe aporte del club? ¿Hasta dónde llegan los lazos con Mosa? En la ANFP cuentan que esto no podía pasar colado.

Y por eso el lunes 17 de octubre, por acuerdo del directorio, se hizo formal una solicitud que le puso plazos al Cacique: Mosa y Colo Colo deben transparen­tar la relación de su presidente y de toda la institució­n con la barra brava. “Tal como lo ha hecho la U y también la Católica”, reseñan. La asociación le dio dos semanas al club, que tiene hasta el viernes ejó el teñido y volvió a las raíces. Más oscuro, más natural. Más coherente con el paso del tiempo y con su rol. Ya tiene historia para contar, rellenó sus páginas blancas. Sin adornos, porque no es necesario con él: Esteban Paredes es irremplaza­ble. En Colo Colo no hay ningún delantero a su nivel. Su juego está por sobre todos.

Varios lo querían jubilar por la aparición de algunas canas, varios querían verlo sentado en el patio de su casa mirando pasar a los vecinos, varios pensaban que era el momento para que desapareci­era, varios soñaban con para defenderse de todas las dudas generadas por su máximo dirigente.

La idea, según explican en el seno del directorio que encabeza Salah, es que el cuadro de Pedrero transparen­te todos los hechos y situacione­s que tengan que ver con los barristas, con lujo de detalle. “Deben presentar elementos de prueba concretos. Sólo después se definirá si se denuncia o no a Mosa al Tribunal de Disciplina”, señalan en Quilín.

Es decir, si la explicació­n que emane desde el Monumental no satisface, el directorio todavía está dispuesto a denunciar a Mosa.

Y aún cuando el Reglamento es claro y establece que dicha acusación debe ser “hasta 15 días después de ocurrido el hecho” (las palabras de Mosa fueron el 30 de septiembre), Salah y sus escuderos se amparan en el hecho de que todos los jueves (según palabras del propio Mosa) ingresan miembros de la barra a Macul, lo que automática­mente, una vez a la semana, les da un nuevo plazo de 15 días para denunciar.

Consultado­s por esta petición, en el Estadio Monumental prefieren negar. “No estamos al tanto que se haya solicitado eso”, dicen.

Suazo aún duele

Lo de la relación de la barra con su presidente no es el único tema que atañe a la directiva colocolina. Tras un largo juicio que partió hace casi un año, finalmente la cuarta sala de la Corte Suprema confirmó que Blanco y Negro deberá pagarle a Humberto Suazo $ 370 millones correspond­ientes al tiempo restante de su contrato con Colo Colo.

El jugador demandó a la concesiona­ria tras su despido en octubre de 2015, a partir de su polémico encontrón con el cuerpo técnico que lideraba José Luis Sierra, después de haber sido reemplazad­o en un partido ante San Marcos de Arica. Originalme­nte, el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago le negó la demanda a Chupete, por lo que acudió a la Corte de Apelacione­s. Y fue el tribunal de alzada el que determinó el pago de $ 370 millones. La concesiona­ria, eso sí, disconform­e con ese fallo acudió a la Suprema, la que finalmente terminó por confirmar el millonario pago y la derrota alba en la justicia ordinaria.b Una victoria o un empate le sirve a Colo Colo para avanzar a las semifinale­s de Copa Chile. Incluso una derrota por un gol le permite al menos decidir su suerte mediante los lanzamient­os penales.

Todo, eso sí, sin la presencia de Martín Rodríguez, uno de los más regulares en el alza del Cacique. El ex Huachipato tiene problemas musculares que le impidieron ser parte de la sesión de ayer, misma en la que el cuerpo técnico prefirió descartarl­o para no arriesgar. Julio Barroso, en tanto, sufre con una contractur­a y lo aguardarán hasta el final. Ayer Pavez entrenó de central.

En tanto, en las próximas horas debe oficializa­rse la renovación del contrato de Esteban Paredes. El goleador permanecer­á en Colo Colo por un año más, a cambio de un incremento salarial del 27 por ciento.

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FOTO: PHOTOSPORT Aníbal Mosa y Esteban Paredes comparten durante el Arengazo previo al Superclási­co.

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