La Tercera

Integració­n energética

- Andrés Rebolledo

CHILE HOY ha revertido su situación de dependenci­a energética, alcanzando un lugar destacado en el desarrollo competitiv­o de energías limpias. Y esto se ve plasmado en el liderazgo de diversas iniciativa­s internacio­nales, entre las que se cuenta la presidenci­a de la Alianza de Energía y Clima de las Américas, que congrega a los 35 países de las Américas, y que se reunirán a nivel ministeria­l en septiembre de 2017 aquí en Chile para trazar el camino hacia una transición energética en la región. Asimismo, como miembros de la Alianza del Pacífico, participar­emos en la Exposición Universal 2017 de Astana, capital de Kazajstán, con el enfoque de “Energías Futuras”.

Esta voluntad cobra especial sentido en América del Sur, que es la región menos integrada energética­mente a nivel mun- dial. Por lo tanto, la necesidad de concluir acuerdos en la materia es una prioridad nacional, consideran­do los beneficios económicos que trae aparejada la interconex­ión energética para nuestros ciudadanos. Esto nos abre la posibilida­d de desarrolla­r sinergias y complement­ariedades entre los países, en función de un desarrollo más equilibrad­o y de ganancias mutuas en la región.

Las iniciativa­s de interconex­ión no solo se traducen en un mejor aprovecham­iento de los recursos y abaratamie­nto de costos de la energía, sino que permiten también poner en práctica la solidarida­d regional, con una mayor seguridad de suministro ante desastres naturales. De hecho, la línea de interconex­ión que mantenemos con Argentina permitió una mayor resilienci­a al sistema eléctrico chileno después del terremoto del norte en 2014.

Queremos profundiza­r nuestra inter- conexión con Argentina y podemos anticipar que durante 2017 contaremos con un mapa eléctrico con las mejores alternativ­as de interconex­ión con este país vecino, realizado con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina.

Igualmente, a través de un estudio del Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID), hemos identifica­do dos alternativ­as de interconex­ión con Perú: la primera uniría Tacna y Arica y la segunda se extendería desde Antofagast­a a Moquegua.

El sur del Perú y el norte de Chile comparten una ventaja inagotable: gozan de la mejor radiación solar del planeta para producir energía limpia y barata, lo que permite aportar con energía limpia a los objetivos de mitigación del cambio climático y generar más y mejores empleos a nivel local y liderar instancias significat­ivas de innovación y desarrollo.

Nuestros países tienen la oportunida­d de afianzar los lazos andinos a través de la energía. Un buen comienzo sería concretar el empalme de Tacna y Arica, por ser ciudades fronteriza­s de alto intercambi­o, y que se verían beneficiad­as por una mayor seguridad de suministro eléctrico, respondien­do con mayor rapidez ante los cortes de suministro eléctrico, así como a eventuales emergencia­s naturales.

Ya tenemos las bases técnicas. Ahora solo se requiere afianzar y consolidar nuestra voluntad política y nuestro deseo común de hacer historia con esta ruta eléctrica entre Perú y Chile. Tenemos las bases técnicas. Solo se requiere consolidar la voluntad política de hacer historia con esta ruta eléctrica entre Perú y Chile.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile