Niños migrantes
Señor director:
Sorprende la ofensiva de diversas personalidades políticas para endurecer la política migratoria de nuestro país, con argumentos abiertamente discriminatorios.
En Chile el porcentaje de inmigrantes es un 2,7% de la población, muy por debajo del 10% promedio que poseen los países Ocde. En Integra, más de mil niños y niñas que asisten a salas cuna y jardines infantiles provienen de familias de otros países, y esperamos que esa cifra siga creciendo.
En agosto de 1990, Chile ratificó la suscripción a la convención sobre los derechos del niño, comprometiéndonos entre varias tareas a “preparar a niños y niñas para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de compresión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos”.
Asumimos esa tarea como parte de nuestra misión porque todos, independiente de su nacionalidad u origen, tienen los mismos derechos. Educar en inclusión desde la primera infancia es la manera más efectiva de avanzar hacia una sociedad más justa y feliz. Los niños no discriminan; somos los adultos quienes con nuestras actitudes les enseñamos.
En los jardines vemos día a día que compartir con niños y familias migrantes enriquece la formación y el aprendizaje de todos. Detrás de la discusión sobre políticas migratorias hay niños que no tienen la posibilidad de defender sus derechos. No sigamos el camino de otros países que han endurecido las políticas frente a migrantes, con miles de niños y niñas que como Aylan Kurdi de Siria han muerto tratando de ingresar a los países que representan la oportunidad de una mejor vida. No hagamos lo mismo. es rubio y el “ciudadano” búlgaro es negro, o viceversa; no es cuestión de raza: si esos “ciudadanos” vienen a delinquir no deberían estar en Chile. Los políticos no han hecho la pega aunque, según dicen, habría un proyecto o iniciativa desde (apenas) 2014.
Mientras tanto no tienen problemas en usar políticamente el tema llamando xenófobos y racistas a los del otro bando. Los políticos deben ocuparse a tiempo de los problemas, no esperar a que revienten y menos justificar seguir postergándolos con el cuento chino de que el tema no debe politizarse en tiempos electorales, es decir, de nuevo, por razones políticas.
Señor director:
¿En serio, pero de verdad en serio, alguien se sorprendió con la visión UDI respecto a la inclusión de inmigrantes? embarazo adolescente, y no en las infecciones de transmisión sexual. Es importante que este tema pueda entrar en la cotidianeidad de las conversaciones familiares, adaptado a la edad de cada integrante, y no dejar la tarea de informar a niños y adolescentes solo a las escuelas, los amigos o internet.
Muchas veces encontramos padres desinformados respecto de los riesgos involucrados en las relaciones sexuales; de esta manera difícilmente podrán influir efectivamente en los comportamientos de los adolescentes.
Reducir las conductas sexuales de riesgo es clave. Nuestra fundación trajo a Chile el Programa Familias Unidas, donde a través de una intervención de 12 semanas se fortalecen habilidades parentales que permiten una comunicación efectiva, lo que ha demostrado ser uno de los principales factores protectores para los adolescentes.
Es fundamental contar con intervenciones preventivas, pues es imprescindible detener las alarmantes cifras de contagios de VIH, especialmente para proteger el futuro de nuestras niñas, niños y adolescentes. (idéntica cifra el año 2015), lo que es posible después de un trabajo de meses, el país entero participando y todos los medios involucrados. En sus testimonios vemos que se han construido 13 institutos a lo largo de Chile.
Por otro lado el Estado, para alcoholismo y drogas, a través de Senda, el año 2016 y del presupuesto de la Nación, destinó casi 64 mil millones de pesos (el doble de la Teletón), para tratar y rehabilitar personas adictas. Lo sorprendente es que el Senada, durante todos estos años no ha levantado ni un solo centro de rehabilitación de personas adictas, en circunstancias que con solo el 50% de lo que recibe, que es lo que reúne la Teletón, podría construir un centro y poner al alcances de personas de escasos recursos con familiares adictos, un instituto público o de ayuda que les ayude a sobrellevar la carga. El tratamiento privado es imposible de enfrentar para quienes viven de uno o dos sueldos mínimos.