Mediciones internacionales
Señor director:
Nuestro sistema educativo está graduando cada año a cerca de 60% de personas sin las competencias básicas para comprender los desafíos que la vida propone. Una y otra vez mediciones externas e internas reiteran lo mismo; hoy lo hacen las pruebas Timss y Pisa. En matemática, Timss arroja que en 4° básico el 58% de los estudiantes está en la categoría bajo y menos que bajo, mientras un 72% está ahí en 8°. Además, sube a un 73% en 4° y a un 87% en 8°, cuando hablamos de los más pobres. En la misma asignatura, la prueba Pisa señala que el 49,4% no alcanza las competencias básicas y sube a un 72,2% en el nivel socioeconómico bajo.
No sorprende que Chile esté bajo el promedio Ocde; sí inquieta comprobar que sus resultados están bajo el promedio de países de PIB similar, pero lo que realmente duele es que solo un 1% de la población alcance el nivel matemático avanzado.
¿Qué estamos haciendo mal? ¿Qué tipo de país estamos construyendo? ¿Cómo se desarrolla un país con un 1% de personas capacitadas y un 60% sin las competencias adecuadas? Es urgente repensar nuestras creencias y buscar caminos que puedan revertir esta realidad. Estamos perdiendo el valioso potencial que niños y niñas tienen para dar.
Tenemos que aceptar que las respuestas tradicionales se hicieron obsoletas y dar espacio a la reflexión no ideologizada. Es necesario entender que las soluciones centralizadas están fuera de foco; que debemos construir las nuevas prácticas desde la sala de clases, con profesores y estudiantes. No es un camino fácil para la política pública porque exige humildad y mucho terreno, pero podría ser una buena manera de transformar este sistema educativo discapacitante.