Se trata de una apuesta de subsistencia generacional que busca tomar posiciones en la DC.
Encuentro del G-35 se realizará el próximo sábado 17 de diciembre.
Eduardo Romero (en la lista de Ricardo Hormazábal).
Los une a todos más de 15 años de militancia y espacios comunes desde la Juventud de la Democracia Cristiana (JDC) y las dirigencias universitarias. Se trata de cuadros que, en su mayoría, están en el servicio público y en espacios de elección popular. Entre los principales articuladores se cuentan Jorge Andrés Cash, ex presidente del JDC; Diego Calderón, actual presidente de la JDC; la propia Lucero; los ex directores del Sename Marcela Labraña y Hugo Herrera, entre otros. Estos últimos buscarán pelear por un cupo en el próximo Parlamento, uno de los objetivos centrales del grupo. También integran el G-35 autoridades en ejercicio, como el subsecretario de Justicia, Nicolás Mena; el director de Junaeb, Cristóbal Acevedo; el director del Injuv, Nicolás Farfán, entre otros.
“Llegó la hora de ir a disputar el poder político con total seguridad en nuestras capacidades”, dice Cash, quien explica que el próximo sábado se pondrán sobre la mesa discusiones que hoy impregnan a la DC: la continuidad de la Nueva Mayoría, la posibilidad de levantar una candidatura propia o ir a primera vuelta.
Antes de dichos debates se definen de “centroizquierda”, pero desde diferentes sensibilidades. Es por ello que buscan constituirse como un espacio de susbsistencia generacional.
“Estamos dispuestos a asumir mayores responsabilidades de conducción y liderazgo”, dice Lucero. Eso implica mayor influencia en la interna DC. Aunque comentan que para la actual elección evaluaron presentar una lista, lo que fue ampliamente discutido en las reuniones periódicas del G-35 , terminó imponiéndose la idea de plantear un proyecto más de largo plazo. De momento, la principal lucha será por la subsistencia de la DC. “Combatiremos militantemente cualquier intento que pueda implicar la extinción del partido o que después de este período electoral nos entreguen un cadáver. No lo permitiremos”, cierra Cash.b