Los desafíos para los sistemas de pensiones En el debate interno se debería tomar en cuenta las ventajas que, según la OCDE, ofrecen sistemas contributivos como el chileno.
RECIENTEMENTE la OCDE presentó un completo informe sobre los sistemas previsionales en el mundo, denominado “Perspectivas de Pensiones 2016”. El documento entrega recomendaciones de políticas públicas a las naciones asociadas y hace un balance de la situación en la que se encuentran los distintos sistemas de pensiones en el mundo.
El reporte alerta sobre los enormes desafíos que, de manera simultánea, deben enfrentar los sistemas de pensiones tanto públicos como privados. Entre los más acuciantes se encuentran el envejecimiento de la población, las consecuencias de la crisis financiera y económica y el panorama actual de bajo crecimiento y bajos rendimientos de los instrumentos financieros, especialmente los de renta fija. Lamentablemente, estos desafíos están –señala el informe- correlacionados entre sí. La pérdida de dinamismo económico en los países de la OCDE en parte está explicada por el envejecimiento de la población. Lo anterior, además, se combina con una baja respuesta de la economía a los estímulos monetarios que mantienen las tasas de interés reales en niveles bajos, empeorando el rendimiento de los fondos de pensiones. Estos factores representan una tormenta perfecta para los sistemas de pensiones a nivel mundial.
En la presentación del informe, el organismo multilateral dedicó algunas palabras para destacar el avance de los sistemas privados de contribución definida, como el chileno. Enfatizó que estos sistemas ofrecen ventajas en el entorno actual de envejecimiento de la población, bajo crecimiento y altas tasas de interés, aun cuando puedan ser sujetos de perfeccionamientos en su diseño. Además, el informe recomienda que las pensiones solidarias deben ser financiadas por el Estado vía impuestos y no por el sector privado.
Estas son valiosas conclusiones en el marco de la discusión actual sobre las pensiones en nuestro país. Chile aparece entre los mayores fondos de pensiones de la OCDE. Nuestro sistema administra activos por el equivalente al 70% del PIB, superando al promedio de los países desarrollados. Además, el país aparece en el lugar N°12 entre las economías que mostraron mayor crecimiento de los fondos de pensiones, lo que revela la solidez del sistema chileno.
Es lamentable que mientras varios países desarrollados avanzan hacia esquemas de pensiones similares al nuestro, en Chile existan voces que demanden ir en sentido contrario y retomar sistemas que en el mundo han fracasado. El movimiento “No +AFP” calificó a los autores del informe de “caraduras”, posiblemente porque la mayoría de las recomendaciones de políticas que contiene el documento apuntan en la dirección totalmente opuesta a las que ellos intentan imponer.
Particularmente, en la discusión sobre el destino del 5% adicional en las cotizaciones de los trabajadores chilenos, el gobierno debiera poner atención a lo señalado por la OCDE. Si la cotización adicional se destina en su totalidad, o en alguna proporción, a un fondo solidario, se estará soslayando la recomendación que hace el organismo luego de revisar la evidencia empírica de todos sus asociados e introduciendo un nocivo impuesto al trabajo que tendrá efectos indeseados en la generación de nuevos empleos en el mercado formal.