Justicia y consideraciones humanitarias
EL MINISTRO de Justicia planteó que al país le ha faltado “coraje” para abordar el tema de entregar beneficios carcelarios a condenados que se encuentren gravemente enfermos o en estado terminal, asegurando que los derechos humanos son válidos “para todo el mundo, sin distinción de ninguna especie”.
Sus palabras provocaron fuerte revuelo, pues sectores ligados a derechos humanos como también de la propia Nueva Mayoría cuestionaron que se busque beneficiar a los condenados por delitos de lesa humanidad recluidos en Punta Peuco. La vocera de gobierno señaló que las declaraciones del ministro eran a título personal, en tanto el personero precisó que sus dichos no se referían a los condenados en Punta Peuco, sino en términos generales.
La polémica vuelve a relevar lo complejo que resulta un debate en torno a este tema, donde se cruzan aspectos de genuina defensa de derechos humanos con intransigencia ideológica. Los planteamientos del ministro de Justicia habían sido previamente formulados por el sacerdote Fernando Montes, por el presidente de la Corte Suprema y también por un grupo transversal de senadores, que ofició a la Presidenta de la República para que se evitaran discriminaciones entre condenados, sin que hasta ahora haya tenido respuesta. Por ello resulta confuso que la vocera de gobierno señale que “el gobierno tiene una postura clara” sobre la materia -en contraste con los dichos del ministro-, pues La Moneda ha eludido pronunciarse sobre la materia.
En el último tiempo se han multiplicado las voces que han hecho ver la inconsistencia de que existan tratos desiguales entre condenados con una política de vanguardia en materia de derechos humanos. Un examen de la realidad penitenciaria general da cuenta de que en el caso de enfermos graves o en estado terminal no existe una política uniforme, lo que para el Estado debería ser un motivo de preocupación. La autoridad no debe renunciar a la búsqueda de una conciliación entre justicia y consideraciones humanitarias en casos excepcionales.